La denominada ‘flota en la sombra’, integrada por antiguos petroleros que transportan principalmente crudo ruso -pero también iraní y venezolano-, sigue “creciendo a razón de 10 buques al mes” pese “al aumento y el endurecimiento de las sanciones internacionales”, indica la casa marítima BRS Shipbrokers. Su número asciende ya a 850 unidades, lo que representa el 9,1% de la flota mundial de petroleros.
Rusia no parece dispuesta a renunciar al uso de la ‘flota en la sombra’ para sus exportaciones de crudo
Sin embargo, con independencia de las prohibiciones de la UE y el G7, el régimen de Vladimir Putin no parece dispuesto a renunciar al uso de esta envejecida escuadra para sus exportaciones de crudo, una importante fuente de ingresos para financiar la guerra contra Ucrania, que Moscú invadió en febrero de 2022.
De hecho, Dinamarca acaba de advertir que los buques de guerra rusos podrían empezar a escoltar a los petroleros de la flota en la sombra durante sus tránsitos por el mar Báltico. Según un informe del Servicio de Inteligencia de Defensa (DDIS) del país escandinavo, citado por Bloomberg, la medida supondría una escalada en la provocación contra los países de la Alianza Atlántica (OTAN).
Si la Armada de Rusia custodia a petroleros con millones de barriles de crudo a su paso por las aguas del Báltico, “aumentará el nivel de tensión”, asegura el Gobierno de Copenhague en un reciente informe. Este anuncio se produjo dos días después de que la Fuerza Expedicionaria Conjunta de los países del norte de Europa (Joint Expeditionary Force, en el original inglés) decidiera que los petroleros que transporten crudo ruso por los estrechos daneses, el golfo de Finlandia y las aguas entre Suecia y Dinamarca tendrán que demostrar que cuentan con un seguro adecuado contra accidentes o se enfrentarán a posibles sanciones.
Si la armada rusa custodia a petroleros a su paso por el Báltico, “aumentará el nivel de tensión”
Al mismo tiempo, el pasado 16 de diciembre, el Consejo de la UE aprobó el decimoquinto paquete de sanciones contra Rusia, cuyo objetivo es adoptar “medidas más enérgicas” contra la flota en la sombra y combatir las prácticas del Kremlin para eludir el tope del precio. Como se recordará, poco después de la invasión de Ucrania, la UE, el G7 y Australia prohibieron a los propietarios de buques abanderados en la UE o titulares de un seguro de una compañía occidental transportar petróleo de Rusia a menos que la carga haya sido vendida al comprador por debajo de los 60 dólares el barril, en el caso del crudo, y de los 100 dólares, en el caso del diésel y el queroseno.
El nuevo paquete comunitario tiene como objetivo 52 buques de la flota en la sombra de Rusia, lo que eleva a 79 el número de mercantes castigados. Estos barcos (ninguno de los Veintisiete) no pueden acceder a los puertos continentales ni prestar servicios o hacer negocios ‘as usual’ con los operadores de la UE porque “están involucrados en prácticas de alto riesgo, como el transporte de crudo y derivados rusos, la entrega de armas y el robo de grano [ucraniano]”.
La Comisión Europea asegura que el nuevo plan “aborda los graves riesgos ambientales y de seguridad marítima que plantean los buques de la flota en la sombra, a menudo subestándar e infra asegurados”. Son muchos los expertos que vienen advirtiendo que el transporte ilegal de crudo ruso es la antesala de una catástrofe ecológica. Es más, si se diese el caso, habría escasas posibilidades de que las aseguradoras paguen los daños causados a los Estados ribereños. La cuestión es de rigurosa actualidad, sobre todo, después de que el presidente Putin se haya visto obligado a cerrar al tráfico el estratégico paso de Kerch, que conecta el mar Negro con el Azov, tras el naufragio de dos antiguos petroleros el pasado 15 de diciembre.
¿TIENEN EFECTOS LAS SANCIONES SOBRE LA FLOTA EN LA SOMBRA Y EL TRÁFICO ILEGAL DE CRUDO RUSO?
Según datos del shipbroker internacional BRS, el número de barcos sancionados por EEUU, la UE y el Reino Unido ha crecido en los últimos meses, hasta alcanzar los 311 petroleros. “Sin embargo, pese a este aumento, la regulación no parece haber tenido un impacto drástico en la actividad comercial de estos buques tanque”, subraya la casa con sede en Luxemburgo.
En su opinión, el incremento de la escuadra que opera en el ‘lado oscuro’, aunque se ha ralentizado frente a su meteórico aumento entre el segundo trimestre de 2022 y el tercero de 2023 -que coincidió con los primeros embargos tras la invasión rusa de Ucrania-, es el fiel reflejo de “las primas que pueden ganar los armadores convencionales de petroleros por la venta de sus buques a la ‘flota en la sombra’ para continuar comerciando en comparación con el valor teórico de la demolición de un buque”. De hecho, en lo que va de año, sólo se han desguazado cuatro petroleros de gran tonelaje, lo que convertirá 2024 en el ejercicio con menos buques tanque achatarrados desde 1990. “Este hecho refleja, en gran medida, la incapacidad de los petroleros de la flota en la sombra para ser demolidos con facilidad”, expresa la casa de mediación marítima.
El apetito por la ‘flota en la sombra’ ha llevado a mínimos el desguace de petroleros de gran tonelaje
BRS se muestra escéptico con algunos buques sancionados recientemente, que permanecen fondeados en lastre, y prevé que “no tardarán mucho tiempo” en volver por sus fueros. “Parece poco probable a corto plazo y […] sólo vendría impulsado de la mano de la presión política en el hipotético caso de que el apetito de China por el petróleo iraní y ruso barato forme parte de cualquier negociación comercial futura entre la Administración entrante de Trump y Pekín”, señala.
Por otra parte, el precio del crudo de Moscú se “está acercando al tope” y los petroleros están aumentando sus cargamentos. “Rusia sigue exportando relativamente libre de regulaciones. De hecho, los últimos datos de noviembre sugieren que Rusia exportó 3,5 millones de barriles diarios de crudo (mmb/d), 1,4 mmb/d de productos limpios y 0,7 mmb/d de fuelóleo”, añade el shipbroker. “Las cifras disponibles también expresan que los precios están más cerca o por debajo del tope máximo de 60 dólares el barril del G7, según AXSMarine, lo que parece haber espoleado de nuevo un resurgimiento de los petroleros que transportan crudo ruso, aproximadamente un 2% en las últimas semanas”, concluye BRS.