LA MARINA ESPAÑOLA ESTA FORMADA POR LA MARINA CIVIL Y POR LA MARINA MILITAR

Para el interés general de España y de los españoles es tan importante la Marina Civil como la Marina Militar.

Cristóbal Colon, Juan de La Cosa, Los Hermanos Pinzón, Juan Sebastián Elcano, Américo Vespucio, Juan de Nova, Andrés de Urdaneta, Miguel Oquendo, fueron capitanes de la Marina Civil, nunca pertenecieron a la Armada española.

Blas de Lezo nunca fue guardia marina de la Armada Española.

Es falso que la Armada española tuviese algún tipo de intervención en el descubrimiento del Nuevo Mundo.

Antes del siglo XVIII en España hubo armadas, pero no existía la Armada Española.

Es falso que la Armada española tuviese algún tipo de intervención en la primera vuelta al mundo, que diseñada por los capitanes Ribeiro y Magallanes y concluida con éxito por el capitán de la Marina civil, Juan Sebastián Elcano.

Es falso que el capitán y armador Pedro Menéndez de Avilés perteneciese a la Real Armada Española.

En la Gran armada o Armada Invencible, no había ni un solo marino español formado como guardia marina en un Academia militar. Todos eran marino civiles.

Es falso que Miquel Oquendo hubiese sido marino de la Armada española.

Es falso que la Casa de  la Contratación de Sevilla fuese un organismo militar o que tuviese relación o dependencia alguna con la Armada Española.

La asignatura Historia de la Marina Civil fue eliminada de los Carrera de Náutica por presiones, que son fáciles de imaginar.

La Segunda República reconoció la existencia de la Marina Civil y creo la Subsecretaria de la Marina Civil, pero tras el golpe de Estado de 1936, el general fascista, Francisco Franco, eliminó la Subsecretaria de la Marina Civil y toda referencia a la Marina Civil.

La Armada Española dotada de estructuras propias fue creada por los Borbones a partir del siglo XVIII, por imposición de sus correspondientes franceses.

En la corta historia de la Real Armada Española dominan los grandes fracasos navales. Cabo Passaro (1717), La Habana, (1762) Cabo San Vicente (1780) Trafalgar (1805) Filipinas y Cuba.

La Armada Española desde su creación ha tenido un trato humillante e injusto hacia la Marina Civil y los marinos civiles, a los que ha tratado de tutelar y dirigir, lo que en la práctica ha sido  un grave problema para el desarrollo marítimo de la España moderna.

La historia de la Marina Española ha sido narrada y monopolizada por la Armada Española y varias editoriales navales satelitarias, y por algunos “historiadores navales” fieles en mayor o menor grado a las teorías del militarismo naval.

                                                                    

Las redes de comunicación social están intoxicadas de patrañas navales.

Felipe González inició una tímida transición de la España naval, heredada de la dictadura franquista, simbolizada por el almirante Carrero, Nieto Antúnez, Pita da Veiga, Salvador Moreno,   el opusdeista naval López Bravo, y otros personajes del régimen a una nueva etapa democrática,  de libertad, respeto a las minorías y a la participación, pero pronto renunció a a su proyecto inicial.

El bipartidismo ha sido tolerante con las patrañas navales y ha prolongado el navalismo borbónico hasta nuestros días.  Las políticas del bipartidismo, han dado lugar al desastre marítimo en el que nos encontramos actualmente: España es hoy un país con un flota comercial ridícula, con una balanza de fletes ruinosa, con el sector pesquero en caída libre, con unos puertos modernos al servicio de flotas extranjeras, con un construcción naval marginal, dependiente de proyectos extranjeros y con Navantia semimilitarizada y acumulando pérdidas año tras año, con submarinos que no flotan, y con las costas contaminadas.  

El magnífico Museo Naval de Madrid es un extraordinario escaparate de falacias históricas, con el mapa de Juan de la Cosa como ejemplo elocuente.

La historia marítima de España requiere con urgencia una revisión a fondo. Esta ha de ser realizada por historiadores especialistas en la historia de la Marina Española (civil y militar)  y con totales garantías de rigor e independencia.

Las patrañas navales impresas y determinados medios de comunicación, entre los que se incluye TVE, son la causa principal del grado de incultura marítima del pueblo español.

Pedro Sánchez, en relación con la Marina Civil, ha sido un presidente nefasto, como lo fueron Rajoy, Zapatero, Aznar y Calvo Sotelo. Como ya se ha dicho. Felipe Gonzales lo intentó, promovió algunos avances, pero terminó por claudicar y consintió en llevar al BOE una ley de Puertos y Marina Mercante que ha representado la ruina de la Marina Civil.

Mientras no se reconozca y se respete a la Marina Civil, España seguirá hipotecada por los delirios navales de los Borbones y nacional catolicismo naval de Franco y sus secuaces.