El Gobierno del Principado retoma esta semana los trabajos de dragado en la dársena deportiva del puerto interior de Llanes, una actuación muy esperada por los usuarios de la instalación. Sin embargo, la noticia de la reanudación del proceso de dragado ha generado preocupación entre los pescadores de la Cofradía de Santa Ana, quienes advierten sobre los riesgos asociados al desarrollo de estas obras en una época caracterizada por fuertes temporales.
"Inquietud" y "frustración" son las palabras que ha elegido la Cofradía local para expresar su malestar en un comunicado, en el que subraya la amenaza potencial que representa esta situación, ya que puede ocasionar inconvenientes a las embarcaciones más pequeñas. Durante los meses de invierno y, en condiciones climáticas adversas, los pesqueros buscan refugiarse en la zona interior del puerto, designada para las lanchas de recreo, dado que ofrece una mayor seguridad que la zona pesquera. Ocurre que la ejecución del dragado impedirá el acceso de los pesqueros al área deportiva, por lo que los marineros se verán obligados a mantener sus barcos a la dársena pesquera, donde podrían sufrir daños causados por las embestidas del oleaje, que pueden llevar incluso a su hundimiento: "Somos el único puerto de toda España donde las embarcaciones se ven obligadas a buscar refugio fuera de su propio puerto pesquero", denuncian los pescadores.
El dragado del puerto se retomará tras tres meses de parón en plena temporada de marejadas en la zona costera asturiana, una "situación crítica", en palabras de los pescadores.
Desde la Cofradía Santa Ana hacen instantáneo a las autoridades a tomar "medidas inmediatas" para poder abordar esta situación. Entre las posibles actuaciones sugieren la posibilidad de sacar los sedimentos en cubas, tal y como se hacía antiguamente, para así dejar espacio a las embarcaciones pesqueras en la zona interior del puerto durante los días de temporal.