El Musel. Un puerto ni es ni debe ser un poligono industrial

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CAP. José A. Madiedo Acosta

Ex director General de la Marina Mercante 

Un puerto no es ni debe ser un polígono industrial, y menos aún hacer concesiones para que fabricantes de todo tipo de productos ocupen espacios a pie de un muelle con grandes calados.

 

Si los fabricantes o transformadores de materiales obtienen concesiones a pie de muelle, sin causas excepcionales que lo justifiquen plenamente, estarán hipotecando el futuro del puerto, estarán hurtando espacios a otros posibles operadores mucho más rentables. 

 

¿Para qué está la ZALIA?

 

La ZALIA es la zona adecuada para la instalación de empresas que requieren la proximidad a los espacios portuarias, para realizar a través de ellos sus importaciones y /o exportaciones.

 

Construir muelles con calados superiores a 10 m requiere unos costes muy elevados que, salvo escasas excepciones, se realizan con cargo a los impuestos de los ciudadanos contribuyentes. ¿Por qué derrochar el dinero público en operaciones de semejante naturaleza, silo que se va a levantar sobre ellos es un polígono industrial?

 

Los errores no se corrigen con nuevos errores

 

Si se han creado infraestructuras ociosas, la solución no está en rellenarlas a cualquier precio, y menos aún en hipotecarlas a largo plazo, o ponerlas en manos de avispados especuladores que luego las privaticen. La gestión ha de ir por otros derroteros, más laboriosos, pero, a medio y largo plazo, mucho más rentables. 

 

En un mundo sometido a una dinámica de cambios rápidos y profundos, en el que el comercio internacional demanda buques cada día más especializados, con mayores calados, buques  que han de proveerse de combustibles de origen no fósil, los puertos han de jugar un papel esencial, salvo que el cortoplacismo los llene de chiringuitos de feria o de tinglados contaminantes que no quiere nadie.

 

Los graves errores o las inversiones erróneas no han de corregirse con nuevos errores, sino con un trabajo que tenga mayor proyección de futuro.

 

En España sobran espacios portuarios ociosos, que se han creado con cargo al maná europeo de los Fondos FEDER, etc. Espacios que constituyen un tipo de fraude público por su injustificada necesidad, espacios para beneficio del hormigón, aunque la Justicia no siempre lo vea así. 

 

El Musel debe saber aprovechar lo que ya no tiene remedio. 

 

En los últimos años, la gestión de El Musel, en general, ha mejorado sustancialmente con respecto a etapas precedentes, pero ha de enmendar errores no hipotecar espacios útiles y debe buscar operadores más rentables.