Brasil acelera su infraestructura de GNL con terminales flotantes ante la crisis energética

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MUNDO MARÍTIMO CHILE

 28 de Julio de 2025
 
 
El país fue clave para que América Latina alcanzara los 13,8 millones de MTPA de nueva capacidad de regasificación en 2024
 

América Latina experimentó un avance notable en su infraestructura de gas natural licuado (GNL) en 2024, sumando 13,8 millones de toneladas por año (MTPA) de nueva capacidad de regasificación. Esta expansión colocó a la región en el tercer lugar a nivel global, detrás de Asia y Europa, según el 2025 LNG Report publicado por la International Gas Union (IGU).

Este crecimiento se explica casi exclusivamente por Brasil, que puso en marcha tres nuevas terminales flotantes de regasificación (FSRU) para GNL en en Barcarena (6 MTPA), São Paulo LNG (3,8 MTPA) y Terminal Gas Sul LNG (4 MTPA). Estas instalaciones no solo aportaron capacidad de regasificación, sino también 0,48 millones de metros cúbicos (mmcm) de almacenamiento de GNL.

Sequía histórica y auge de la demanda

El principal detonante de esta rápida expansión fue la sequía más severa que ha vivido Brasil en décadas, que afectó profundamente la generación hidroeléctrica, principal fuente de energía del país. Frente a esta emergencia, el gobierno recurrió al GNL como solución de respaldo. “Brasil en 2024 experimentó su sequía más severa en décadas, lo que disparó la demanda de GNL para generación eléctrica”, apunta el informe.

Esta alta variabilidad climática plantea desafíos para la planificación energética del país. En este contexto, las FSRU se consolidaron como una alternativa flexible y eficiente.

Como resultado, las importaciones brasileñas de GNL se cuadruplicaron en un solo año, al pasar de 0,66 millones de toneladas (MT) en 2023 a 2,94 MT en 2024. A su vez, la utilización de las terminales de regasificación subió del 2% al 7%, reflejando una reactivación significativa del sector.

Según el informe, Brasil, pese a los avances, enfrenta una alta incertidumbre sobre su demanda futura de GNL, debido a la naturaleza variable de su matriz energética renovable. No obstante, el modelo de FSRU ofrece la capacidad de ajustar la oferta a eventos imprevistos como sequías o cortes de suministro. “La inestabilidad de la generación renovable en Brasil genera incertidumbre sobre la demanda de GNL, lo que refuerza la preferencia por terminales flotantes”, indica el informe.

FSRU: la respuesta ágil de los mercados emergentes

La elección de terminales flotantes no es casual. Estas instalaciones destacan por su rápido despliegue, menor costo de inversión y facilidad de relocalización, lo que las convierte en la opción preferida para mercados que enfrentan fluctuaciones en la demanda energética o urgencias operativas. “Las terminales flotantes seguirán siendo la solución preferida en mercados emergentes por su menor costo y rápida implementación”, afirma el documento.

A nivel mundial, más de la mitad de la nueva capacidad de regasificación añadida en 2024 provino de terminales flotantes. En América Latina, la totalidad de los proyectos inaugurados durante el año fueron de este tipo.

Además, el informe anticipa que 6,1 MTPA adicionales en capacidad flotante están actualmente en construcción en la región, lo que refuerza la tendencia hacia una infraestructura más adaptable.

Capacidad instalada y desafíos futuros

Con las nuevas incorporaciones, la capacidad total de regasificación de América Latina llegó a 62,2 MTPA a fines de 2024. Este crecimiento representa un paso importante hacia una matriz energética más diversificada y resiliente. No obstante, aún existen limitaciones estructurales.

Por ejemplo, la capacidad de atraque para buques de gran escala (como los Q-Max, los mayores transportadores de GNL del mundo) sigue siendo limitada en la región. De los 194 terminales operativos a nivel global, solo tres en América Latina están habilitados para recibir este tipo de naves. Esto podría restringir la eficiencia logística y el acceso a mercados más competitivos.

Pese a todo, el mercado se expande  

La experiencia latinoamericana se inserta en un escenario global de fuerte crecimiento. En 2024 se incorporaron 66,6 MTPA de capacidad de regasificación en todo el mundo. Sin embargo, la utilización global promedio cayó a 38,6%, frente al 40,1% de 2023 y al 42,8% de 2022.

Este descenso se explica por la moderación de la demanda en Asia y Europa, sumada a niveles altos de inventario y condiciones climáticas benignas, que redujeron la necesidad de importaciones adicionales.

Por MundoMaritimo