Los astilleros privados más importantes de España fijan su próximo objetivo en Argentina entre dificultades por conseguir personal especializado

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Astican gestiona tres instalaciones entre el Canal de Panamá, Santander y Gran Canaria | La facturación de 2024 ha sido "muy buena"

 

Las Palmas de Gran Canaria

Germán Suárez no puede evitar llegar con una sonrisa. Es la de esas personas que sabe que todo ha salido realmente bien después de un año en el sector de la reparación naval "extraordinario". El presidente de Astican, que es la empresa privada en el sector más importante de España, esquiva delante del micrófono la cuantificación de sus éxitos durante el 2024, pero como un buen conversador y acogiéndose al comodín de Broncano en La Revuelta, opta por una horquilla y revela que las cuentas de sus tres instalaciones en el mundo (Gran Canaria, Santander y el Canal de Panamá) se situaron entre los entre los 230 y los 240 millones de euros. A pesar de que "es un sector complicado porque nunca sabes lo que puede ocurrir", Suárez, que recuerda a su padre con cariño al frente de la empresa, compara la incertidumbre con el éxito de la Coca Cola: "Si fabricamos cien Coca Colas sabemos que venderemos cien Coca Colas; en el sector de la reparación naval no sabemos si eso puede ocurrir".

 

Los puertos de Astican, se sitúan en una esquina más o menos oculta a la fulgurante ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y, en cambio, esconden una vida llena de oportunidades que no son capaces de cubrir. "Faltan trabajadores", lamenta Suárez durante la conversación en Hoy por Hoy Las Palmas. Pero procura situar el foco en otro punto: El problema no es el modelo de formación, como habitualmente se insiste desde las patronales empresariales, sino la cantidad de puestos de trabajo que son necesarios cubrir y los profesionales que se generan al año para ello. De hecho, en un listado de vacantes de los Astilleros Canarios se incluyen "entre veinte y treinta ingenieros navales" ahora mismo, pero no es posible contratarlos porque "no hay profesionales en Canarias, ni en España".

 

La eólica marina, una oportunidad necesaria

El sector de la reparación naval es un negocio en expansión en Canarias. A pesar de que el miedo de las navieras a pasar por el Mar Rojo ha desviado una cantidad relevante hacia el Puerto de La Luz en el bunkering y el trasbordo de contenedores, este incremento de los tráficos no se ha notado entre los 600 y 700 profesionales que son contratados al año por proyectos de reparación en los diques secos de la empresa en los que caben, a lo sumo, trece buques al mismo tiempo.

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"Empezamos con los buques perforadores hace veinte años", recuerda el presidente de la compañía. Hasta entonces, utilizaban el Puerto de La Luz como un lugar de paso para avituallamiento, pero "eso nos permitió convencerlos de que también podían reparar sus buques en este lugar". Hace dos décadas, la expansión de esta industria permitió un salto de calidad en esta zona del Atlántico que ahora se enfrenta a otro reto. "La eólica marina puede ser una oportunidad" para situar a Canarias como un hub de exportación de conocimiento. "¿Dónde se hacen las cosas bien? ¿En Canarias? Hasta aquí vendrán a preguntarnos cómo hemos implantado la eólica marina" y el desarrollo de la industria auxiliar.

"Damos por hecho los retrasos administrativos"

La expansión de nuevo modelo de negocio en torno a la eólica marina se encuentra de frente con la Administración y la burocracia. Ahora mismo, es el Ministerio de Transición Ecológica quien tiene que avanzar para definir las condiciones técnicas de instalación de los aerogeneradores en la lámina de agua situada frente a la costa este de Gran Canaria. También debe definir a qué precio se venderá la energía generada. Estas son incógnitas que 'espantan' a la inversión.