Manuel Pardo | España fue el único país de Europa en el que pervivió un régimen fascista, a pesar de la derrota de las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, hasta el punto de que su acceso a la ONU fue vetado por su origen fascista.
El carácter fascista del Estado tenía ciertas peculiaridades que lo vinculaban a las tradiciones más retrógradas de la oligarquía agraria española, al catolicismo más rancio y a la añoranza por un imperio colonial perdido, pero que conservaba fuerzas militares expedicionarias en el Protectorado de Marruecos y que fueron, en última instancia (junto con el apoyo incondicional de Alemania e Italia), las que decidieron el destino de la guerra que se desató tras