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Autopistas, aeropuertos, puentes, infraestructuras ferroviarias, hospitales, plantas potabilizadoras… Latinoamérica se ha convertido en un campo abonado para los intereses de las constructoras españolas. Por ejemplo, Sacyr es la segunda mayor constructora de la región según el ranking CLA50.
Colombia, Perú y Chile son para Ferrovial sus focos de actuación. Sus ventas superan los 198 millones de euros, y el resultado bruto de explotación en la zona fue de 29 millones. Por lo que respecta a ACS, la región representa el 6% de sus ventas, y el 5% de la cartera.
Sin embargo, la zona, como se suele decir, tiene sus pros y sus contras. Y, entre estos últimos, están los conflictos que se suelen generar durante la realización de las obras, y una vez concluidas. De ahí que los arbitrajes hagan acto de presencia para resolver diferencias. En juego, actualmente, están más de 4.000 millones de euros.
Obra faraónica
El Canal de Panamá ha sido, sin duda, la gran obra de una constructora española en Latinoamérica. Sacyr fue de la mano con la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul, y la costarricense Cusa. Juntos formaron el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC). Enfrente, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), entidad dependiente del gobierno de la Nación.
De momento, son cinco los arbitrajes a los que se han enfrentado. De ellos, tres ya se han resuelto. Respecto a los dos que quedan por dilucidar, en juego están 3.216 millones de euros. La GUPC reclama 669 millones de euros por el arbitraje de las compuertas y sobrecostes laborales. La cantidad es mayor, y llega a los 2.547 millones de euros, en el arbitraje de los costes de interrupción. La fecha prevista para su resolución será 2022 o 2023.
Con los arbitrajes, se puede decir aquello de que ‘a veces se gana, y a veces, se pierde’. Sacyr perdió el conocido como el del basalto y el hormigón, que obliga a pagar 206 millones a la ACP (de esa cantidad, 85 millones corresponderían a Sacyr). Pero ganó este mismo año el que le enfrentaba al Fondo de Adaptación colombiana por el Puente Hisgaura. En este caso, la cantidad superó los 2,5 millones de euros.
En Colombia, la compañía presidida por Manuel Manrique también tiene abierto un arbitraje contra el Instituto Nacional de Vías (Invias). En este caso, se trata de otro puente: Pumarejo. La cantidad reclamada ronda los 29 millones de euros. Y lo pide porque Invias incumplió el contrato. A la par, se demanda que asuma los sobrecostes del proyecto.
Ataque y contraataque
Otro de los arbitrajes que tienen sobre la mesa, en este caso FCC y ACS, es el relativo a la línea 2 del metro de Lima. La cantidad reclamada por las constructoras españolas supera los 700 millones de euros.
Un hecho que suele acompañar este tipo de disputas es que la otra parte, en este caso, el Gobierno de Perú, suele contraatacar solicitando una cantidad similar. Quien tendrá la última palabra será el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi). Se trata de un organismo dependiente del Banco Mundial.
FCC también está inmersa en la firma de un acuerdo con la Caja del Seguro Social (CSS) de Panamá. El mismo hace referencia al arbitraje por desacuerdos en la concesión hospitalaria Ciudad de la Salud. Se presentó ante la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI). La cantidad demandada por FCC se acerca a los 55 millones de euros.
CSS había rescindido el contrato, de más de 490 millones de euros, alegando el incumplimiento del mismo por parte de la constructora comandada por Carlos Slim. El complejo lleva cinco años parado.
Más allá de Latinoamérica
A finales del pasado año, OHL abrió un arbitraje con Abertis y Abu Dhabi Investment Authority (ADIA). El motivo fue la Autopista del Sol, en Chile. Será la Cámara de Comercio de Santiago de Chile la que acabe dirimiendo el enfrentamiento del que no se han hecho públicas las cifras.
Pero más allá de Latinoamérica, y dada la presencia internacional de las constructoras, este tipo de conflictos llega a otros rincones del mundo. Así, y volviendo a OHL, durante el pasado año perdió junto a Contrack Cyprus un laudo parcial en el arbitraje con Qatar Foundation. En este caso, la obra era el Hospital de Sidra, en Doha. La Cámara de Comercio Internacional reconoció a Qatar Foundation 30 millones de euros de los 71 que reclamaba. OHL y su socio interpusieron recurso.
En Estados Unidos, Ferrovial está pendiente de la resolución del arbitraje referente a la autopista SH-130 en Texas. El motivo que desencadenó el enfrentamiento fue, según la sociedad concesionaria, que existían vicios y defectos en la construcción, sobre todo en el paquete de firmes de la autopista.
SH130 Concession Company, la firma que ha demandado, valoró esos vicios y defectos en 130 millones de dólares (unos 106 millones de euros), de los que la mitad (53 millones de euros) serían imputables a la participación de Ferrovial.
También Europa es escenario de arbitrajes. Ante el Tribunal Arbitral de Ginebra (Suiza) presentó una demanda TP Ferro contra el estado español y francés. TP Ferro la integran ACS y Eiffage. Se creó para construir el túnel de El Pertús, que uniría por alta velocidad Figueras y Perpiñán. La reclamación es de 700 millones de euros. TP Ferro está en liquidación.