GESTAS Y EFEMÉRIDES. SOBRE EL CUARTO CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DEL NUEVO MUNDO.

 

Miquel lzard

Universidad de Barcelona

La historia latinoamericana es, desde hace cinco siglos, una historia del continuo desencuentro entre la realidad y las palabras,(Eduardo Galeano)

En nota reciente, "Annual y el silencio" decía Rosa Montero, "Todos los pueblos intentan borrar de su pasado tanto las derrotas como las infamias" o enfatizaba mencionando escándalos estatales "Y es que cuando se acumula tantísima porquería debajo de la alfombra hay que pagar peaje".

En suelto anterior sobre el mismo asunto "La penitencia" sugería Juan José Millás, "todo ciudadano de bien debería ofrecer al Ministerio del Interior el sótano de su casa para la ocultación de los cadáveres que no quepan en los armarios de las instituciones oficiales".

Son muchos quienes alertan sobre plagas, descalabros y miserias, de cariz apocalíptico, que nos amenazan en este fin de milenio, catástrofe ecológica, violencia por doquier, corrupción por sistema, desenfrenado incremento de la brecha entre el sur hambriento, desesperado y explotado y el norte abocado a un consumismo enloquecido. Añadiría que se han desenmascarado plenamente los límites de la utopía liberal, la libertad anda cada vez más encorsetada, ya nadie predica la igualdad, la fraternidad lleva muchas décadas en el desván de los cachivaches.

Desasosegados por este futuro tenebroso quizás deberíamos mirar hacia atrás y ver dónde erramos el camino, lo contrario de lo perpetrado por los oficiantes  1.

El País Semanal, 611 0196 y El País, 27/09/96.

Si no indico lo contrario la cursiva es siempre mía.

del sistema que legitiman y sacralizan canalladas esperpénticas del pasado. Aún fresca en la memoria el eco de la fardada del quinto centenario podría cotejarse con fastos anteriores del cuarto, 1892, o él de cincuenta años después, 1942. 2 El vínculo entre ambas cuestiones asoma por doquier, el exministro del interior Barrionuevo afirmó en el Congreso ver cierto paralelismo entre el general Rodríguez Galindo y Hernán Cortés quien "después de conquistar México, estuvo el resto de su vida incurso en numerosos pleitos en España por gente que [según Barrionuevo], no le querían mucho". Además celebraciones de este tipo tienen en España connotaciones concretas, bastaría recordar un acto que, de forma involuntaria por parte de los protagonistas, devino emblemático, el festejo del Día de la Hispanidad, el 12 de *, octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca.

El catedrático de literatura Francisco Maldonado, habló de una fiesta étnica o de la anti España, los pueblos vasco o catalán, mientras el general Millán Astray dio el grito de rigor, "Viva la muerte" y es sabido que el rector Unamuno decidió abandonar su prudente mutismo para decir, entre otras cosas, "Vencer no es convencer, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión; el odio a la inteligencia, que es crítica y diferenciadora, inquisidora, mas no de inquisición

Podría aportar pruebas sinfín del cariz grotesco de esta Leyenda apologética y legitimadora (en adelante Lal) de la agresión; cualquiera de nuestras enciclopedias o historias dirá que Vasco Núñez de Balboa descubrió el Océano Pacífico, por lo tanto inexistente, antes de 1513; o dicho de otra manera las civilizaciones china o japonesa, quizás las más antiguas de la humanidad, y la muchedumbre de naciones polinesias vivieron miles de años a orillas, o en el centro, de un océano ilusorio. Pero hay el más difícil todavía, Castelar, en la 1 dedicatoria de su obra a Telésforo García, hablaba del estrecho de Magallanes y del Pacífico" (10)

En la página anterior osaba alegar, "América necesitaría perder la memoria y el habla para perder el recuerdo de nuestro nombre. Todo está en ella ligado con nosotros. Si quiere elevarse a los orígenes de su cultura presente y de su civilización cristiana, tiene que tropezar con aquel humilde convento de franciscanos, a cuya puerta pedía limosna un hombre [desconocido en el resto de Europa] y sólo adivinado por la inspiración y audacia de nuestra España. No hay allí de extremo a extremo ningún objeto sin el sello de nuestro pensamien

2. Y bueno sería no olvidar lo que aquél costó ahora que tanto se habla de ahorrar para entrar en la UE. El Tribunal de Cuentas cifró en 37 946 millones las pérdidas de la sociedad Expo 92, aunque IU y PP creen que pudo ser el triple. (El Pals, 17 y 18106196). 3. El País, 19106196. 4. Una referencia reciente en "Discurso en el Paraninfo", de Patxo Unzueta, El País, 10110196.

to. Las encendidas nubes del trópico guardan aún la escudriñadora y ardiente mirada de Pinzón; las islas de las Lucayas han sido vistas por la vez primera desde el mar con los ojos de un Rodrigo de Triana t...]; el Mississipi, yacería aún ignorado si un Soto no lo descubre entre fatigas increibles" (9).

Bernabeu evoca la serie de acontecimientos que estuvieron más o menos relacionados con aquel centenario, Exposición Universal de Barcelona (1888) o creación del Museo y Biblioteca de Ultramar (1888); así como la coincidencia con la forja de la Unión Panamericana por Estados Unidos (1890) y la réplica española con la Unión lberoamericana (adjetivo ahora revivido) financiada en parte por el marqués de Comillas; decidiéndose, de propina, proclamar el 12 de octubre día de la raza.

Dice también que las galas fueron idea y obra de Cánovas, "ocasión única con el fin de afianzar el prestigio de la monarquía española, régimen político que el mismo había contribuido a instaurar, tras la experiencia republicana, y que había sufrido un grave contratiempo con la muerte, 1885, de Alfonso XII. En efecto, la conmemoración fue un escaparate de los progresos de la Regencia y un intento de consolidar la posición de España en el concierto internacional. t...] En los distintos Congresos, en banquetes y conferencias, desde su presidencia del Ateneo y la Academia de la Historia, Cánovas llevó a cabo una labor abrumadora. El IX Congreso de Americanistas se reunió en Huelva, hubo conferencias en el Ateneo y sacó la revista El Centenario (23-24)".5

Fue relevante así mismo el rol de la Academia de la Lengua, editó una Antología de la poesía hispanoamericana, convocó un Congreso Literario Hispano-americano, el Español de Geografía Colonial y Mercantil, 1883, en el que se discutieron cuestiones comerciales, el Pedagógico Hispano-portugués-americano, promovido por Rafael Ma de Labra o el Jurídico Iberoamericano. Rama, por su parte, detalla que fueron animadores de la Unión lberoamericana el exintendente en Cuba Mariano Cancio Villamil (1824-1894) y Jesús Pando y Valle (1849-1911) autor de una Galería de americanos ilustrados (1883). Aquélla publicó un periódico a partir de 1887 y, desde 1890, se fusionó con otra sociedad semioficial, la Unión Hispanoamericana y, 1900, patrocinó un Congreso Social y Económico Iberoamericano. Al financiamiento del gobierno de Madrid se unió el apoyo de varios americanos, en particular el de Porfirio Díaz (181-84).

5. Se publicaron también La Ilustración Española y Americana (1 869-1 91 2), La América. Crónica Hispanoamericana (1 875-1 886), La Raza Latina. Periódico Internacional (1 874-1 884), La España Moderna y una Revista Ultramarina (a partir de 1889). Cinco años después Bernabeu y otros colaboraron en una serie de conferencias, organizadas por la Fundación Cánovas del Castillo y su presidente Robles Piquer y dirigidas por el profesor Hernández Sánchez-Barba prototipo turiferario de la Lal, limitadas a la loa y la lisonja, con una sola excepción, referencias a dos "Paliques" de Clarín concluyendo el segundo con la plegaria, "¡Padre nuestro que estás en los cielos, si has de consentir que a la sombra de los grandes hombres medren y se den tono tantos majaderos ... no críes en adelante más que honradas medianías, sin Centenario posible". 6. Véase más información en Mainer, 174-175.

En este terreno, como en tantos otros, nada diferenció a liberales de conservadores; y cuando tres años después estalló en Cuba la última guerra por la independencia algunos intelectuales opinaron sobre la cuestión, lo que en parte recogió Rama. Menéndez y Pelayo, emblemático del pensamiento reaccionario, sostenía, pongo por caso "


". Y calificaba a los independentistas de "insensatos bandidos que no tienen siquiera el valor de sus robos y asesinatos y que encubren sus hazañas de presidiarios en libertad al amparo de una idea política."

Pi y Margall, nos lo volveremos a encontrar más de una vez era, al contrario, enfático, "Nación alguna tiene derecho a ocupar territorios que otros hombres pueblen como éstos no se lo consientan. Si una nación los ocupa por la violencia, los vencidos pueden en todo tiempo combatirla hasta que la arrojen del suelo de su patria" y de los independentistas decía, "¿es justo que califiquemos ahora de bandoleros a los que contra nosotros se alzan por su independencia? 'Por unos mismos hechos y por una misma causa han de ser calificados allí de bandidos los que aquí calificamos de héroes?" (232-240).'

1. El mayor genocidio de la historia humana

No fueron demasiados los estudiosos o pensadores que, en aquella ocasión, denunciaron el cariz de la agresión iniciada cuatro siglos antes, pero suficientes como para que, por contraste, resultara más estrafalario el discurso de la Lal. El polígrafo catalán Gener, en obra en especial de literatura pero con un capítulo V dedicado a "La decadencia Nacional de la civilización de España", memoraba canalladas de todo tipo perpetradas en Flandes, recordando, pongo por caso, "Uno de los principales motivos de condena era el tener dinero. La hoguera del Santo Oficio era a la vez hornillo de alquimista: al quemar al hereje copelaba el oro" (198). Lo que dicho sea de paso también les ocurrió a los judios o a los tachados de homosexuales. Y enfatiza Gener, más allá, de forma bien escueta, "Lo que los aventureros españoles hicieron en América, esto ya ni se puede describir; basta saber que en las islas como Cuba y Puerto Rico no quedó ni un sólo indígena con vida, y que las razas indias de todo el continente americano tuvieron que refugiarse tierra adentro en las espesuras de los bosques vírgenes, ó en las altas cordilleras para escapar al exterminio. Las minas de oro fueron el cebo que atrajo a las Indias occidentales a todos los hambrientos de la Península para enriquecerse, apoyados por el gobierno de S.M. católica a fin de que enviaran galeones llenos de lingotes para el rey y para la Iglesia. España vivió durante dos siglos del robo y del exterminio ejercido en

7. Don Quijote, Madrid, 2210511 896.

8. Don Quijote, Madrid, 12/07/1895.

ambos continentes por sus virreyes, único con que podían subvenir sus inmensas necesidades el altar y el trono" (202).

Tampoco Pi y Margall se andaba por las ramas. Vega-Rey le pidió un prólogo y, por falta de tiempo, le sugirió reproducir párrafos de artículos publicados en El Nuevo Régimen, donde sostenía, entre otras cosas, "Algunos periódicos, para consolarnos de nuestros desastres, recuerdan hoy las glorias que adquirimos en la conquista de América. Sería mejor que las callaran. Si creyéramos en la Providencia, diríamos que en el presente siglo nos hace purgar los crímenes que ahí entonces cometimos. Nuestras pretendidas glorias no fueron sino una interminable serie de hechos que nos deshonran". A continuación decía de Las Casas y otros muchos cronistas, "Todos reconocen que procedimos con la mayor barbarie, así en la lucha como después de la victoria". Más allá hablaba de Cortés, de sus crueldades y traiciones, "Esclavos hacia a los vencidos, los marcaba con hierro candente como a los caballos y los vendía como si fueran la más vil de las mercancías [...l. La esclavitud la establecimos en todas partes: en unas descaradamente; en otras, las más, bajo el hipócrita nombre de encomiendas" (7-8). Luego arremetía contra las Leyes de Indias o la cristianización coercitiva, para manifestar "Ni ¿qué hubiera importado que las Leyes de Indias hubiesen sido las mejores? Ley alguna bastó nunca a refrenar la barbarie ni la codicia de los peninsulares". Y concluía proclamando, "Está aún por escribir la historia de España: nuestra historia viene hoy por hoy reducida a una serie de leyendas. [...] América toda se ha sublevado en este siglo contra nosotros, y ha conseguido al fin dejarnos sin una pulgada de territorio. Es el justo castigo de los crímenes que hemos convertido en glorias" (l0).'

El citado Vega-Rey, que escribió sobre higiene, pedagogía, historia, ciencias o novelas, no muy crítico precisamente ni con la colonización española, que ensalzaba, ni con el quehacer misional, que enaltecía y, al contrario, detractor de los nativos cayendo en exageración y racismo, calificaba escuetamente algunos aspectos de la agresión.1° En el capítulo X, "Esteril gloria del descubrimiento", sostenía de él y de la conquista, "surgió en el espacio de menos de treinta años una serie no interrumpida de atropellos, desmanes, arbitrariedades, despojos, ruinas y crímenes. Y esto, por lo que respecta a las noticias que la Historia ha recogido", pues la mayoría se desconocen (1 85). En la página siguiente decía "No siempre quedan impunes los grandes crímenes cometidos contra la humanidad [...] los descubridores del Nuevo Mundo son un patente ejemplo de esta verdad" y mencionaba a continuación trágico y desdichado fin de la mayoría de los protagonistas de la canallada.

9. Lo que fechaba en Madrid el 21 de septiembre de 1898

10. Prueba de su menosprecio con los otros seria, pongo por caso, lo que decía de los nativos africanos tras condenar la trata y la esclavitud, "Casi todos los negros eran antropófagos [y se hacían constante guerra] para cogerse mutuamente prisioneros que sacrificaban y devoraban en sus horribles festines(383). Curiosamente la misma sandez que oficiantes de la Lal decían de nativos americanos, véase mi "Albaceas de la memoria o funcionarios del olvido", Historia social, 14 (otoño 92), 143-158.

Mucho más allá lamentaba "No trataron ciertamente los Gobiernos españoles de hacer ciudadanos y hombres dignos de sus súbditos de América, sólo quisieron hacer serviles esclavos de la peor especie y unos instrumentos de sórdida especulación" (337).

Aporta, de forma indirecta, información sobre el exiguo porcentaje del continente que controlaron los castellanos al sostener que "Una prueba de que los Gobiernos españoles se cuidaron muy poco de civilizar la gran masa de hombres que se hallaban diseminados en los extensos bosques y soledades del Nuevo Mundo, es que casi a finales del siglo XVlll aún existían infinidad de rancherías de indios bravos, que apenas tenían comunicación unas con otras, y que aún cuando eran súbditos del Rey de España, lo ignoraban completamente y no reconocían más autoridad que la del misionero y la del cacique" (355).

Mientras en el capitulo XVIII, "Raza que se agota y raza que brota", mentaba las dantescas condiciones laborales en minas y plantaciones para nativos y africanos. Luis Rouviere, a su vez, era tajante en su ponencia "Influencia del Descubrimiento de América en la industria y comercio del mundo civilizado", dentro de las conferencias del Ateneo Barcelonés, alegando "se observa que los móviles que llevaron a América a nuestros primeros conquistadores, consistieron principalmente en la usurpación de las tierras y los bienes de los pueblos conquistados; en la reducción a la esclavitud de sus naturales poseedores y en el acaparamiento de piedras y metales preciosos tan codiciados por los aventureros de aquellos tiempos; que en cuanto a la propagación de la fe, basta observar que allí donde domine y ha dominado nuestra raza, no existe un sólo pueblo católico de pura raza americana, ni puede mirar al cielo con alma enardecida por las creencias cristianas, el hombre a quien se impone un Dios, un yugo y un estigma con toda la brutalidad de la fuerza. Que únicamente a la usurpación y al despojo, y de ningún modo a la colonización civilizadora se encaminaban nuestros conquistadores de América" (88).

Añadía a continuación que el atraso de España era consecuencia de lo ocurrido entonces.

2. Funcionarios del olvido

Referiré algunos exabruptos de la Lal metropolitana en el próximo apartado, sin olvidar que tuvo y tiene funcionarios y acólitos en el continente agredido. Bernabeu cita, entre los asistentes al IX Congreso de Americanistas, al colombiano Ernesto Restrepo Tirado quien sostenía, "Parece llegado el tiempo de que se haga alguna justicia a los conquistadores españoles. Aquellas fábulas de la caprichosa destrucción de la raza indígena por los españoles debe desaparecer. Por lo menos tocante a las tribus colombianas puede asegurarse que estaban entregadas a tales vicios que no parecía lejano el momento de su desaparición y exterminio de las unas por las otras. Opino que en aquella época ninguna otra nación había hecho conquista tan humanitaria, tan notable como la que realizó la nación española; ninguno de los archivos del mundo conserva leyes tan humanitarias y conciliadoras" (78); mientras para el uruguayo Zorrilla de San Martín, el hombre americano "no era ni podía ser un principio; era un término, un último vestigio. Era joven y hermosa la naturaleza; el hombre era decrépito, el hombre agonizaba". Mientras era bien lacónica la colombiana Soledad Acosta, "No iban de las tinieblas a la luz, no, era que habían dejado la luz para sumirse en la oscuridad" (130).11 2.1.

Ditirambos, dislates, encomios y palmas

Mientras Rama era tajante "En los hechos, el año 1892, se convirtió en una inmensa demostración de oratoria; no sólo en España, sino asimismo en los países americanos, Italia, Francia, Estados Unidos, etc." (184), muchos coetáneos, como haría más tarde el fascismo hispánico y como ocurriría cien años después, aprovecharon la oportunidad para glorificar y sacralizar a la monarquía de los, bien llamados, reyes católicos tenidos por fundadores del estado nacional español.

Sí en el de Teatro Principal de Barcelona la Compañía Dramática de Calvo - y Jiménez representaba el 12 de octubre, tres sesiones diarias, el drama en 6 actos Isabel la Católica, el artículo de fondo del decano de la prensa española, "El descubrimiento de América", rezaba "Aquí, residencia a la sazón de los Reyes Católicos, que tan principal parte tomaron en la empresa y que antes, por disposición de la Providencia, habían realizado la unidad de la patria española, fue donde Colón, después de increibles fatigas y peligros, vino a dar cuenta del cumplimiento de su empeño inmortal. Los Monarcas quisieron honrar y recibir en publico, al que acababa de ensanchar los límites de la religión y de España". Era reiterativo el cariz del agasajo, en El Centenario, Juan Valera sostenía, "España que pudo, en aquella edad, creerse el Pueblo de Dios, con la vocación de extender su nombre y su ley por la tierra que ella misma se diría que había agrandado, y con la misión providencial de mantener al propio territorio de Europa los principios y doctrinas que informaron a la civilización greco-latina o cristiana y conservaron su unidad, durante 1500 años [...l. Muchas más almas ganó la Iglesia por Colón que perdió con Lutero. Colón hizo surgir para la Iglesia, como del seno de los mares, el magno anfiteatro donde combatieron

11. Calzadilla describe la celebración en Venezuela, fallida por la inestabilidad política, y pormenoriza algunas peroratas sacralizadoras. Sánchez Peña sostenía en El Fonógrafo de Maracaibo, "Cuatrocientos años se cumplen hoy que nuestro bello continente americano se manifiesta a las miradas atónitas del mundo civilizado, merced al genio de Cristóbal Colón"; mientras el polígrafo merideño Febres Cordero. uno de los más entusiastas adelídes de la efemérides, recordaba en El Lápiz que celebrábase también el centenario de la conquista de Granada o acomodaba, junto al genovés, a "la noble y hermosa figura de Isabel [...] rasgando [...] merced al poderoso genio de Colón, el velo que encubría a la virgen del mundo, América inocente como la llamó el poeta".

 

con gloria tantos valerosos y santos atletas de la fe, vertiendo por ella su sangre, y donde tantos varones piadosos obraron portentos de caridad". Y según Juan de la Rada y Delgado, "Isabel la católica y Colón son dos nombres que han pasado unidos a la posteridad, y que unidos permanecerán mientras exista el mundo".'*

Consideraría emblemático cómo se trató el asunto, pues en el engendro de la falacia sobre el pasado el infundio era doble, se falseaba el cariz de la conquista tachando de caótica la ausencia de gobernantes, de obscenidad la libertad sexual, de brujería la medicina efectiva y pasmosa, de estupidez la interpretación de los sueños, de agresivos a los agredidos, de caníbales a los devorados, de haraganes a los esclavizados o de civilizados a los que perpetraban tantas canalladas (por el rol jugado por los canes), patrañas que ni a los llamados bárbaros por Roma se habían atribuido. Pero, a la vez, se mentía sobre lo ocurrido en la metrópoli presentando como ejemplar, sublime y encomiable el reinado de la pareja, enaltecimiento que repetiría el fascismo treinta años más tarde, hasta convertirlos en lema de uno de sus himnos, "de Isabel y Fernando el espíritu impera".

He tratado la cuestión en otros trabajos y me limito a recordar que su dominio se basó en usurpación, la auténtica heredera era la Beltraneja, felonía, se incumplió lo pactado con Boabdil, exclusión de tantos, judíos o gitanos, devastación cultural, arrasar la biblioteca de Granada, expolio, despojando de sus bienes a acosados por la inquisición, pero, por encima de todo, merced a este tribunal pusieron en marcha, por primera vez en el pasado de la humanidad, un sistema de terror e intolerancia que con la coartada de liquidar brujas, homosexuales, zurdos o falsos conversos, implantó una sórdida atmósfera irrespirable de hostigamiento, tortura, delaciones o traiciones, todo ello resguardado bajo la protección eclesiástica, con la excusa de purificar la fe. Luego esta política, con plata saqueada en América, se perpetró en el resto de Europa, poniendo en marcha guerras de religión por las que tanta sangre se vertió o tantas atrocidades se cometieron. En breve, descomunal manipulación por el estado y para el estado de una ideología dogmática como las que ahora llamamos integrismo si surgen fuera de las fronteras del norte.

13 La exaltación regia y, en especial, de Isabel renace sin cesar. Coincidiendo más o menos con el 450 aniversario del 92 un Instituto Hispano Americano de Relaciones Culturales patrocinó la inefable obra teatral de Francisco de

12. Diario de Barcelona, 279, 1211 0192, Edición de la mañana. Articulo firmado C, ps 11 882-84. El Centenario era emblemática y "Organo Oficial de la Junta Directiva. Encargada de Disponer las Solemnidades que han de Conmemorar el Descubrimiento de América", que publicó 40 números en 1892; las referencias corresponden al tomo 1, número 1, ps. 11 y 34-35.

13. Cfr. mis "Arxivadates, usurpadors de la memoria i burocrates prestigitadors" y "Croats, herois i sacrificats", Taller d'Historia, Valencia, 5 (ler sem 1995), 31-34 y 35-38; "Los olvidados", Historia 16, Madrid, 233(sep 1995), 100-108 y "Negar lo evidente o revelar lo oculto", Historia 16, en prensa.