Cuando Carolina del Sur era española
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- Category: Historia de la Marina Civil
- Published on Monday, 16 March 2015 08:01
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MANUEL TRILLO@manueltrillo / MADRID
Un centro histórico situado junto al antiguo poblado de Santa Elena rescatará del olvido el pasado hispano de Estados Unidos
Pocos en Carolina del Sur y en el resto del país conocen sus raíces españolas, a pesar de los más de 300 años en que nuestro país fue dueño y señor de buena parte de lo que hoy son los Estados Unidos. Ahora, un proyecto impulsado por una entidad sin ánimo de lucro de Carolina del Sur, la fundación Santa Elena, pretende acabar con este injusto olvido. Prevé crear en 2016 -coincidiendo con el 450 aniversario de la antigua colonia- un gran centro histórico en la isla de Parris, junto a los restos del antiguo asentamiento español, que explique a los estadounidenses y al resto del mundo la «historia completa» del país, poniendo el foco en el «siglo perdido» de la historia de los españoles en Norteamérica.
«Habitualmente se cuenta que Ponce de León descubrió Florida en 1513 y de ahí se pasa directamente a la fundación de la primera colonia inglesa en 1607. Hay un salto de casi cien años sobre los que no se dice nada», explica Daryl Ferguson, presidente de la fundación Santa Elena, que recientemente visitó España para dar a conocer el proyecto a distintas instituciones y abrir vías de colaboración.
Tras la llegada de Ponce de León a la península de Florida, los españoles tardaron más de cuatro décadas en vencer las dificultades de aquel territorio hostil y crear su primer asentamiento estable. El marino Pedro Menéndez de Avilés barrió sin miramientos a los intrusos franceses que se habían asentado en la zona y fundó en 1565 San Agustín, en la costa este del actual estado de Florida.
Sin embargo, en aquel primer momento San Agustín era tan solo un puesto militar. En cambio, el asturiano decidió llevar más al norte la capital civil de la Florida, nombre que entonces se daba al conjunto de las posesiones españolas en Norteamérica. Así fue como creó al año siguiente la colonia de Santa Elena, que llegó a contar con una población de doscientos civiles.
Este nuevo emplazamiento podía proporcionaba una salida al mar para las riquezas de Nueva España, que «podían ser transportada hasta allí por tierra», explica otro de los representantes de la fundación, Richard Stewart.
La historiadora Sylvia Hilton, de la Universidad Complutense, explica a ABC que «hubo otros intentos anteriores de asentar colonos europeos en la costa norteamericana, que fracasaron o fueron de duración efímera, así que los veinte años de existencia de Santa Elena merecen que se le considere como el primer asentamiento civil europeo de importancia en Norteamérica».
Santa Elena fue la principal población europea de Norteamérica durante más de veinte años, en los que tuvo que enfrentarse al acoso de los indígenas, que obligaron a evacuar Santa Elena en 1576. Sin embargo, las causas de su abandono definitivo en 1587 no están del todo claras y se espera que las excavaciones en el yacimiento arqueológico puedan aclararlas. Según Hilton, un factor que llevó a esa decisión pudo ser «la determinación inglesa de ocupar la bahía de Chesapeake», así como la presencia del corsario Francis Drake, «que incendió el pueblo de San Agustín en 1586».
La fundación Santa Elena espera contar ya el próximo año con unas instalaciones provisionales, aunque el centro definitivo se prevé para el año siguiente. El viaje de sus representantes a España –en el que la Fundación Carolina, dedicada a recuperar la historia de los españoles en Norteamérica, les ha servido de guía– permitirá ir afinando los detalles del proyecto.
ABC acompañó a la expedición al Museo Naval, en Madrid, donde sus responsables ofrecieron prestar parte de sus fondos, entre los que hay mapas, pinturas, documentos y piezas históricas relativos a la historia común de España y EE.UU. Este diario también asistió a un encuentro con el conde de Güemes, Álvaro Armada, propietario de un extraordinario archivo con miles de legajos clave en la historia española en Norteamérica, y incluida abundante correspondencia entre Felipe II y Pedro Menéndez de Avilés.
Durante su estancia en Madrid, se celebraron encuentros también con responsables de los Archivos Estatales, incluido el Archivo de Indias, la Biblioteca Nacional, Acción Cultural Española (AC/E) -entidad dependiente del a Ministerio de Cultura-, la Secretaría de Estado de Turismo, la Embajada estadounidense, el Museo Arqueológico y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, además de Sylvia Hilton. Asimismo, visitaron en Toledo el Museo del Ejército y en Cantabria al alcalde Santillana del Mar, Isidoro Rábago.
La Fundación Santa Elena está convencida de que el futuro centro será un revulsivo para el turismo en el condado de Beaufort, donde estará ubicado, pero también una oportunidad para que España incremente el relativo escaso porcentaje de visitantes norteamericanos.
El bravo asturiano Menéndez de Avilés