PUBLICO
MADRID
18/04/2020 08:36 ACTUALIZADO: 18/04/2020 13:52BORJA FERNÁNDEZ
@borfernandezsHace apenas tres meses el coronavirus era una cosa que se percibía como lejana. El desconocimiento y muchos kilómetros de por medio hicieron que se viera a esta nueva enfermedad como un problema ajeno. Pero la realidad, como siempre, es mucho más cruda y dura. La epidemia acabó llegando e instalándose en España, donde los muertos ya rozan la barrera de los 20.000.
Y de repente, todo lo que unas semanas atrás parecía capital y ocupaba horas de televisión y radio y una inmensa cantidad de páginas de los periódicos se difuminó para dejar paso al drama mundial que es la covid-19. Quizás por eso, por el temor a que la pandemia haga olvidar alguno de estos asuntos, conviene realizar un repaso a todo lo que el coronavirus ha borrado de nuestro día a día.
Los millones ocultos de Juan Carlos I
Apenas un día después de que el Gobierno español decretase el estado de alarma, con el país tomando conciencia de que empezaría un confinamiento sin fecha de finalización -más o menos como ahora-, la Zarzuela decidió que era el mejor momento para emitir un comunicado en el que Felipe VI anunciaba su renuncia la herencia de su padre, Juan Carlos I. Las revelaciones que fueron apareciendo las semanas anteriores sobre el cobro de una supuesta comisión de 65 millones de euros por la adjudicación de la construcción del AVE a la Meca a un consorcio de empresas españolas, realizadas a través de una sociedad offshore, y las coacciones que sufrió su testaferro y amiga íntima Corinna zu Sayn-Wittgenstein por parte del aparato del Estado para proteger a la monarquía supusieron el punto final del antiguo rey como parte de la Casa Real.
Pero la maniobra realizada por el monarca tenía algunos vacíos. Por ley, no es posible renunciar al cobro de una herencia hasta que la persona que la lega no ha fallecido. A día de hoy, Felipe sigue siendo el legítimo heredero, sí, pero de la fortuna de su padre, incluyendo las sociedades y el dinero de origen presuntamente ilícito. Además, Felipe aparece como beneficiario de la Fundación Lucum, la offshore con sede en Panamá creada por el rey emérito para recibir la comisión saudí de 65 millones, desde el año 2008. A eso hay que sumar que el actual rey de España tuvo conocimiento, como se detalló en el comunicado emitido por Zarzuela, de su papel respecto a Lucum el 5 de marzo de 2019. Es decir, pasó un año hasta que lo hizo público. Con Juan Carlos I investigado por la Fiscalía suiza, la fortuna del monarca de la Transición seguirá siendo un verdadero quebradero de cabeza para la institución.