El buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' continúa este martes realizando barridos del fondo marino al sudeste de Santa Cruz de Tenerife, frente a Hoya Fría, dentro del dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y Olivia, desaparecidas hace más de un mes junto a su padre, Tomás Gimeno.
El buque, operado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), está realizando una progresión ladder, o en cuadro, con un rumbo fijo y su inverso, repitiendo en una de las zonas tras detectar "algo extraño" que se dejará para una exploración más detallada con el robot submarino, según fuentes de la investigación.
El buque llegó en la tarde del sábado a la isla después de casi siete días de travesía desde Vigo y tras hacer una escala de dos días en la bahía de Cádiz. En la tarde del domingo zarpó del puerto de Santa Cruz para iniciar los primeros barridos y se prevé que las tareas de rastreo duren hasta la próxima semana.
Su labor será rastrear la zona donde la lancha de Tomás Gimeno fue encontrada a la deriva y vacía, a una milla náutica del Puertito de Güímar. Ahí hará una radiografía del fondo marino con un sonar de rastreo lateral para tratar de identificar algún objeto extraño y, si es posible, subirlo luego a la superficie con un robot submarino.
En la exploración se utilizará una sonda multihaz EM710. El barco avanzará a una velocidad muy reducida de modo que la sonda irá haciendo varias pasadas sobre un mismo punto con lo que se gana resolución. La sonda multihaz permitirá hacer una cartografía con una batimetría precisa que facilitará el trabajo a realizar con el SBL.
En esta exploración se usa un sonar de barrido lateral de alta resolución modelo Edgetech 4200 con frecuencia dual a 300/600 Khz., que según el manual puede llegar a una resolución por debajo de los 3 cm, en las condiciones idóneas de trabajo y profundidad.
La forma de prospectar con el sonar de barrido es similar a la descrita para la sonda multihaz. Se establecerán calles paralelas que se solaparán para cubrir toda la superficie a explorar. Durante este reconocimiento se irán estableciendo marcas en las irregularidades del fondo que requieran una inspección visual a posteriori.
COMENTARIOS DE AEMC
España era, al iniciarse la recuperación del régimen democrático, un país con una gran dispersión de competencias marítimas y la mayor parte de ellas estaban militarizadas, a pesar ser competencias de naturaleza netamente civil. Es evidente que la dispersión competencial en el ámbito contrato de la Marina Civil se traduce en la práctica en descoordinación, ineficiencia, ineficacia, y sobredimensionamiento del personal y de los costes operativos. Sin embargo, habiendo transcurrido más de cuarenta años de aquella situación impuesta por el régimen franquista, la España marítima del siglo XXI, no solo ha vuelto a fragmentar y militarizar y dispersar competencias marítimas sino que está inmersa en un proceso de militarización y centrifugación de competencias de esta índole.
Cómo explicar que 35 años después de haber puesto en marcha el Plan Nacional de salvamento allá por los años 86-87, tenga que ser un barco del Instituto Oceanográfico, el “Ángeles Alvariño”, el que se dedique a buscar los restos de una embarcación supuestamente hundida frente a la Marina de Tenerife HACE MÁS DE UN MES. Guardia Civil, Instituto Hidrográfico, Salvamento Marítimo, Cruz Roja, Bomberos, Armada, etc.
¿No va siendo hora de crear un Servicio de Guardacostas que de una vez por todas acabe con el actual puzzle de servicios descoordinados?