El servicio de emergencias de O Grove se tambalea por falta de apoyo institucional

 

La contratación de profesionales se retrasa mucho más de lo previsto

manuel méndez 20.05.2014 | 17:24

Faro de Vigo

 
 
                                 
 
Operarios de la Unidad Marítima de Salvamento y Rescate, en las pruebas de piragüismo celebradas durante el fin de semana.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Operarios de la Unidad Marítima de Salvamento y Rescate, en las pruebas de piragüismo celebradas durante el fin de semana.
 

Los meses pasan, el verano llama a la puerta y a pesar de todas las promesas, la Xunta aún no concretó cómo va a financiar la contratación de profesionales para el Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil de O Grove.

Así, sin Grupo Municipal de Intervención Rápida y sin Grupo de Emergencias Supramunicipal u otra fórmula parecida, el municipio parece quedar prácticamente aislado en materia de salvamento, y mientras eso sucede toda la responsabilidad recae en los voluntarios que prestan su labor en Protección Civil. Pero sin profesionalizar el servicio y contratar a diez, doce o quince personas, la agrupación puede cerrar sus puertas, y en caso de ocurrir esto las consecuencias pueden ser importantes en diferentes ámbitos. Incluso aunque Protección Civil no cierre, no cabe duda de que todo el sistema montado en torno a este grupo puede desmoronarse irremediablemente.

A la espera de respuestas en la Administración autonómica, y esperando también a ver qué pasa con el gobierno tripartito de O Grove -puede romperse si el dinero para contratar profesionales no llega-, lo único cierto a estas alturas de ejercicio es que la localidad depende casi en exclusiva de los medios propios de que dispone, ya que como se explicó tantas veces en casos de extrema emergencia los efectivos que se desplacen desde Sanxenxo o Ribadumia quizás lleguen demasiado tarde.

En la madrugada de ayer, sin ir más lejos, se registró un incendio en Balea. Afortunadamente se quedó en solo un conato, con unos 20 metros cuadrados quemados. No fue a más, quizás, porque intervinieron los voluntarios de Protección Civil, de ahí que quepa preguntarse qué habría pasado si ellos no estuvieran. Los incendios, tanto urbanos como forestales no son el único frente de acción que asumen los voluntarios de Protección Civil.

Ahora que llega el calor hay que detenerse a pensar que la localidad dispone de seis Banderas Azules y en que son precisos un buen número de socorristas para conservarlas. Muchos de ellos van a contratarse expresamente para la temporada de baño, pero la Unidad Marítima de Salvamento y Rescate también juega un papel determinante para garantizar la seguridad en los arenales, y a pesar de su dilatada y aplaudida trayectoria este departamento de Protección Civil también puede desaparecer. De ser así, no solo estarían en el aire las Banderas Azules, sino también la realización de numerosas pruebas deportivas que se llevan a cabo en aguas de O Grove y que necesitan, inevitablemente, de la presencia de los rescatadores acuáticos. ¿Puede arriesgarse O Grove a dejar de realizar competiciones de traineras, piragüismo o surf por no disponer de la Unidad Marítima de Salvamento y Rescate? Esa es otra de las preguntas que flotan en el aire y que se hacen los voluntarios del servicio y no pocos ciudadanos a la espera de que la Xunta concrete de una vez por todas cómo y cuándo va a canalizar la inversión necesaria para contratar a los profesionales del servicio de emergencias.

Chicos para todo las 24 horas del día, todos los días del año

Los hombres y mujeres que actualmente integran el Servicio Municipal de Emergencias y Protección Civil de O Grove son algo así como chicos para todo que están disponibles las 24 horas del día, todos los días del año. Pero empiezan a desesperarse ante la incertidumbre con la que afrontan su situación.

Tienen que intervenir para sofocar incendios, buscar personas desaparecidas y rescatar náufragos, pero también para socorrer heridos en caso de accidente o limpiar la calzada tras un siniestro, cuando un camión vierte demasiada grasa al transportar productos pesqueros o cuando cualquier vehículo tiene una avería y deja un reguero de aceite en la vía.

También sirven para colaborar con la entrada y salida de los colegios, para controlar carreras populares, regatas y todo tipo de competiciones deportivas. Además se les requiere para capturar culebras o eliminar peligrosos enjambres de abejas, para "patrullar" en la Festa do Marisco y, en definitiva, para colaborar con la seguridad ciudadana y el bienestar de los grovenses y sus miles de visitantes.

Y todo eso lo hacen en calidad de voluntarios, a veces incluso sin recibir el justo reconocimiento a su labor, que sí ha sido aplaudida a nivel nacional con la entrega de la Medalla al Mérito que concede el Ministerio del Interior.

Dos décadas

Lo que sucede ahora es que después de dos décadas de actividad la agrupación de Protección Civil parece situarse al borde de un abismo, y el único paracaídas que puede salvar de la caída a todo el sistema de emergencias municipal es afrontar la contratación de profesionales que garanticen la mejor prestación posible del servicio. Eso es lo que tiene que concretar ahora la Xunta de Galicia, que ya había anunciado una solución al problema antes de que comenzara 2014.

El problema es que prácticamente se ha alcanzado el ecuador del ejercicio y los profesionales siguen sin llegar.