AUTORIDAD PORTUARIA GIJÓN.- LAS COFRADÍAS ACUDEN A ABOGADOS DEL «PRESTIGE» PARA COBRAR DAÑOS POR EL DRAGADO PARA EL MUSEL

Pescadores de Gijón, Candás, Luanco y Bañugues preparan una asamblea en la que también se planteará recurrir a la Unión Europea   Los pescadores de bajura y mariscadores de las cofradías de Gijón, Candás, Luanco y Bañugues reclamarán ante los tribunales una compensación económica por la destrucción de 606 hectáreas del fondo marino junto a El Musel, donde se van a dragar entre 20 y 24 millones de metros cúbicos para el relleno del superpuerto. Lo harán por medio de abogados de La Coruña, ya experimentados en daños ambientales con el «Prestige». El estudio de impacto ambiental estima que los pescadores y perceberos que faenan en la zona sufrirán unas pérdidas anuales de 290.739 euros por las obras.   M. CASTRO   Los patrones mayores de las cofradías de pescadores de Gijón y Candás, Florentino Sánchez González y Ricardo del Valle, promueven una reunión general de todos los pescadores y perceberos de las cofradías de Gijón, Candás, Luanco y Bañugues para organizarse contra los planes de la Autoridad Portuaria para extraer entre 20 y 24 millones de metros cúbicos de arena frente a las costas de Gijón y Carreño para rellenos de la ampliación de El Musel. El Ministerio de Medio Ambiente acaba de aprobar la declaración de impacto ambiental para los dragados para El Musel.   La reunión se celebrará previsiblemente en la Casa del Mar de Gijón el próximo sábado. La intención de los convocantes es reclamar judicialmente a la Autoridad Portuaria de Gijón daños y perjuicios por la destrucción de los caladeros que desde hace generaciones vienen usando los pescadores de bajura. Las cofradías ya se han puesto en contacto con un bufete de abogados de La Coruña, que llevó las reclamaciones de los pescadores tras la catástrofe del «Prestige», apuntó ayer Florentino Sánchez.   El estudio de impacto ambiental encargado por la Autoridad Portuaria cifra unas pérdidas netas anuales de 48,37 millones de pesetas (290.739 euros). De esta cifra, 216.364 euros corresponden a los 18 marineros y 11 patrones que faenan habitualmente durante todo el año o parte en los caladeros afectados y el resto a tres perceberos exclusivos y 15 ocasionales que trabajan en los bloques del dique Príncipe de Asturias. El impacto sobre la pesca y los recursos vivos en las zonas que se van a dragar será severo. Sin embargo, la Autoridad Portuaria sostiene que la actuación se realiza dentro de aguas portuarias, por lo que no tendrá que indemnizar a los pescadores a los que ha consentido faenar en las mismas.   Los pescadores no lo ven así. «El fondo marino no son aguas portuarias y ahí es donde se va a hacer la extracción de arena. No intentaremos que se pare la obra, pero sí que nos compensen por las pérdidas», agregó Florentino Sánchez.   El patrón mayor de Candás, Ricardo del Valle, apuntó que además de emprender acciones judiciales, las cofradías afectadas también acudirán «ante la comisión de peticiones de la Unión Europea para explicar el perjuicio socioeconómico de la obra y pedir que haya compensaciones».   Del Valle insistió en que los recursos marinos «no son de la Autoridad Portuaria y si ellos creen, como dicen, que en un año se va a recuperar la pesca en los caladeros, que nos lo garanticen». Añade que la Autoridad Portuaria ocupó de forma ilegal las aguas de influencia del puerto, que recientemente escrituró como propias en el registro de la propiedad. Según el patrón candasín, «no se ajusta la ley la ocupación portuaria de esas aguas, porque además de con capitanía marítima, se tendría que haber consultado con Marina Mercante y con las cofradías, que tenemos derechos adquiridos sobre la pesca; los pescadores de Candás ya faenaban en esas aguas cuando se usaban botes de remo», señaló Ricardo del Valle.   A diferencia de los cálculos sobre el número de pescadores afectados que obran en el estudio de impacto ambiental, las cofradías estiman en más de un centenar los pescadores y mariscadores que usan los caladeros que se van a dragar. Respecto al impacto sobre la pesca que tienen este tipo de actuaciones, el patrón mayor de Candás recordó ayer el dragado en el Cabo Vidío para obtener arena para la playa de Salinas. «Pagaron 30 millones de pesetas a los pescadores, pero el dragado fue hace dos años y la zona sigue sin regenerar. Es un proceso muy lento. La mar se recupera poco a poco», indicó para cuestionar las previsiones de la Autoridad Portuaria de que los caladeros destruidos ahora por el dragado se regeneren completamente en el plazo de un año.       LOS ECOLOGISTAS ALERTAN DE NIVELES DE MERCURIO NUEVE VECES SUPERIORES A LOS TÓXICOS     M. C.   La organización Ecologistas en Acción de Asturias advirtió ayer de que parte de los materiales que se van a dragar para rellenos de la ampliación de El Musel tienen concentraciones de mercurio hasta nueve veces superiores a las consideradas ecotóxicas. La organización ecologista recuerda que la contaminación por mercurio tiene su origen «especialmente» en las emisiones de las centrales térmicas de carbón y acarrea importantes consecuencias para la salud humana al pasar a la cadena alimenticia.   El estudio de impacto ambiental para el dragado de entre 20 y 24 millones de metros cúbicos de arena y materiales marinos para la obra de El Musel establece que 160.802 metros cúbicos de esos materiales tienen altos niveles de mercurio, por lo que recibirán un tratamiento especial, para evitar su vertido al mar.   En general, en las zonas que se van a dragar, la concentración de mercurio oscila entre los 0,10 y los 4,50 miligramos por kilogramo de material, mientras que «los valores estándar clasificados como ecotoxicológicos son los comprendidos entre 0,05 y 0,5 mg/kg, a pesar de lo cual se interpreta que todo el material a dragar podría clasificarse de categoría II, es decir, como materiales con concentraciones moderadas de contaminante que pueden ser vertidos al mar de forma controlada», salvo los 160.802 metros cúbicos de categoría III señalados, que se gestionarán de forma más segura.   El grupo ecologista recuerda que en 2003 ya denunció, durante las obras de relleno de la ampliación del muelle de La Osa, «que la tercera parte de las muestras de materiales a dragar pertenecían a la categoría III es decir, contenían concentraciones elevadas de mercurio y únicamente la selección y mezcla de los puntos de dragado hicieron que la concentración media disminuyera hasta valores que permitirían su utilización».   LA EXTRACCIÓN DE LA ARENA CAMBIA LAS CORRIENTES Y EL OLEAJE, SEGÚN EL ESTUDIO       Ricardo del Valle.        Los pescadores piden al Principado que intervenga para protegerles   Ricardo del Valle explica también que el estudio del impacto socioeconómico del dragado sólo contempla las pérdidas de los pescadores de Gijón; «los de Candás, Luanco y Bañugues, que también trabajamos en la zona, como si no existiéramos», apunta.   Según el patrón mayor candasín, el dragado de 606 hectáreas en el fondo marino, para extraer hasta 24 millones de metros cúbicos de arena, traerá condiciones más perniciosas que las que prevé la Autoridad Portuaria si se compara «con el medio millón de metros cúbicos extraídos en el cabo Vidío y lo que pasó». La Autoridad Portuaria estima que no se pueden establecer comparaciones.   Del Valle considera que el dragado de entre 3,08 y 4,59 metros del fondo marino en las seis zonas en las que se va a extraer la arena cambiará las condiciones de oleaje y corrientes marinas de la zona. El propio estudio de impacto ambiental, realizado por la Universidad de Cantabria, considera que durante la fase de explotación, el dragado «modificará totalmente la barimetría y como consecuencia las características hidrodinámicas de la zona (oleaje y corrientes)», según figura en el texto del informe.   El patrón mayor candasín añade que los 24 millones de metros cúbicos previstos para la obra de El Musel se van a quedar cortos, dado que «en los cuatro años siguientes a que se concluya la obra de ampliación del Musel, la Autoridad Portuaria tiene que garantizar el aporte de arena a la playa de San Lorenzo, y de algún lado tendrá que sacarla».   Además de la pesca de bajura, también va a verse afectada la recogida de percebes que ahora se efectúa en el dique Príncipe de Asturias. Como medida correctora, la Autoridad Portuaria trasladará bloques con percebes al exterior de los nuevos diques de abrigo de El Musel. Los pescadores plantean sus dudas: «El percebe tiene que moverse en unas cotas determinadas de mar, ¿de verdad van a gastar dinero en colocar esos bloques en la parte superior?», señalan escépticos.   Además de la batalla jurídica que prevén iniciar contra la Autoridad Portuaria, los pescadores también reclaman la intervención del Gobierno del Principado -que controla el consejo de administración de la Autoridad Portuaria y designa a su presidente- porque «el recurso que van a eliminar está en aguas interiores del Principado y algo tendrá que decir», señaló Ricardo del Valle.   Los pescadores también sostienen que la Autoridad Portuaria no contestó a sus alegaciones contra el dragado, en contra de lo que plantean desde la entidad pública.