LITO CUESTIONA LA AMPLIACIÓN DE EL MUSEL, por centrarse en la descarga de graneles sólidos.COMENTARIOS AEMC.

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A más bloques, menos tráficos

Los hornos altos están «garantizados» para 15 años, sostiene MCA-UGT M. C. El líder nacional de MCA-UGT, el asturiano Manuel Fernández, «Lito», cuestiona la ampliación del puerto de El Musel que se va a acometer en los próximos años, por centrarse en crear nuevos muelles para la descarga de graneles sólidos. El 80% del tráfico portuario que se mueve por el puerto gijonés lo constituyen el carbón y el mineral de hierro que consumen los hornos altos de Aceralia y las centrales térmicas. Desde MCA-UGT se indica que hay «garantía» de que los hornos altos de Veriña seguirán funcionando durante «15 o 20 años, más allá, hoy por hoy, no», señaló un portavoz del líder ugetista. La tendencia es que la producción de acero se intensifique en países emergentes, como China y Brasil, y que luego las factorías europeas importen ese acero para acabar de transformarlo, que es lo que reporta un mayor valor añadido. El Protocolo de Kioto también penaliza la fabricación de acero en países desarrollados y, de hecho, el máximo responsable de Arcelor, Guy Dollé, llegó a cuestionar la continuidad de los hornos altos en el continente. En estas circunstancias MCA-UGT sostiene que la nueva ampliación del puerto debería contar con una zona específica para la descarga de acero ya elaborado, con destino a los talleres de Veriña, y no sólo centrarse en los graneles. Uno de los argumentos que desde el Principado y la Autoridad Portuaria se ha empleado para justificar la ampliación del puerto de El Musel, es que contribuirá a «fijar» la industria pesada asturiana, evitando el riesgo de deslocalización de Aceralia. En el futuro muelle norte podrán fondearse tres buques de 230.000 toneladas de carga cada uno, cuando en la actualidad sólo caben dos de mucha menor capacidad en la terminal granelera de EBHISA. Aunque el transporte de graneles se abarate, Aceralia requerirá otro tipo de tráficos, según MCA-UGT, para los que debería prepararse el nuevo puerto, destinando a este fin parte de sus inversiones, conforme a las que ya está efectuando Aceralia en Asturias, opinan en el sindicato. Otras factorías del grupo Arcelor ya están importando acero producido en las acerías de Brasil para realizar con el mismo el producto final en los países de destino, insisten. Preguntado al respecto, un portavoz de Aceralia quitó hierro ayer al planteamiento efectuado por el sindicato, al señalar que la única instalación que se requiere para descargar acero semielaborado en los muelles es una grúa con un imán. La Autoridad Portuaria estima la vida útil de la ampliación de El Musel en 20 años. Es la misma que la de los hornos altos de Veriña. La mayor parte de los muelles gijoneses se hallan actualmente vacíos, mientras la mayoría de las empresas asturianas tienen que desplazarse hasta otros puertos como los de Bilbao o los del Levante español para enviar y recibir mercancías. La escasez de líneas regulares de transporte de mercancía general es uno de los grandes problemas del puerto gijonés. Aceralia sí exporta por los puertos de El Musel y Avilés una parte de su producción en las factorías de Gijón y de Avilés. Los muelles comerciales de El Musel actual permiten, sin problemas, el embarque de las mercancías de la siderúrgica.

 

COMENTARIOS AEMC

Las declaraciones del líder del metal,- que se le supone perfectamente informado de las expectativas del sector que representa-, no hacen más que abundar en lo que ya se ha denunciado en reiteradas ocasiones. La ampliación por la ampliación, no se justifica. Los responsables de la operación financiera conocida como "Muselón", ya se están curando en salud. Y por ello no tienen reparos en declarar: una vez finalizadas las instalaciones, se entregarán a la iniciativa privada. Es decir, se hará una transferencia de los impuestos de los ciudadanos europeos a intereses privados. Vamos, lo de siempre. Los ciudadanos también pagarán con sus impuestos una parte sustancial de las cargas financieras derivadas de la ampliación. El puerto resultante de la ampliación - a consecuencia de la necesaria amortización de la inversión realizada - estará gravado por unas tarifas desorbitadas, lo que impedirá que Asturias se integre en los circuitos comerciales que necesita para su modernización y desarrollo. Es probable que los intereses privados no acepten la explotación en las condiciones económicas resultantes de aplicar la amortización correspondiente a la inversión realizada y se resistan hasta que el titular de las instalaciones les haga una rebaja sustancial. Es decir, hasta que accedan a las instalaciones a precio de saldo. O sea, a cargo del contribuyente. En definitiva, lo que algunos pretenden vender como un gran éxito personal, es una carga que, de no venir acompañada de importantes medidas correctoras, lastrará el desarrollo de Asturias para las próximas décadas, como lo han lastrado quienes han impedido con su política errónea que El Musel pudiese desarrollarse como un gran puerto comercial en el Norte de España. Claro está que hay otras muchas formas de medir el éxito. Es posible que las compensaciones financieras puedan resultar inmejorables para los promotores de esa amplia jugada que integra la hormigonada portuaria y la venta-recalificación-privatización y adjudicación de los astilleros gijoneses y su suelo. ¡Lástima de recursos derrochados!