El puerto de El Musel comenzó el pasado mes de septiembre a surtir de carbón a países del norte de Europa, después de que empezaran a operar en el puerto gijonés dos de los principales intermediarios mundiales de productos energéticos, como son Glencore y Vitol Group. Hasta el momento ya se han enviado varios cargamentos con destino a puertos de Polonia, Finlandia (y otros países europeos) y también se ha vendido mineral para térmicas asturianas.

En conjunto hasta la fecha se han reexportado hacia esos países europeos más de 300.000 toneladas de carbón, cifra que va a aumentar. Se trata de un mineral que previamente trajeron hasta El Musel esos intermediarios del continente americano y de Australia en el caso de Vitol, y de Sudáfrica en el caso de Glencore. La prohibición desde el pasado 10 de agosto de importar carbón ruso a la UE, dentro del paquete de sanciones por la invasión de Ucrania, ha llevado a buscar otros puntos de suministro alternativo para los países comunitarios.

 

A eso se suma que estados que estaban en proceso de abandonar el carbón como fuente de energía han vuelto a optar por el mismo ante los problemas de abastecimiento de otros combustibles como es el caso del gas que recibían de Rusia y el alza en los precios del gas que se vivieron durante los últimos meses, aunque ahora está descendiendo.

La llegada a El Musel de Vitol Group en el primer semestre del año y de Glencore meses después, se enmarca así mismo en un contexto en el que Rotterdam y otros puertos de Europa tienen colapsadas sus terminales carboneras, por lo que pusieron sus ojos en el puerto gijonés, además de realizar también acopios de carbón en otros puertos españoles como el de Ferrol y el de Cartagena, pero el puerto gijonés ofrece mejores condiciones que los otros dos tanto por los calados que permiten recibir buques mayores como por los tiempos de carga y descarga de los mismos. Estas condiciones, además de disponibilidad de espacio de almacenamiento, están haciendo que el puerto gijonés sea atractivo para los grandes operadores internacionales de carbón.

Las previsiones en el caso de El Musel, es que cierre el año con el movimiento de alrededor de dos millones de toneladas de carbón extra debido a la llegada de Glencore y Vitol, sumando tanto sus descargas en El Musel como la reexportación de la mercancía.

EDP

 

No todo el carbón que están acumulando en el puerto gijonés se destina a otros países de la UE, sino que parte importante del mismo también se está vendiendo a clientes nacionales, como es el caso de EDP, que posee tres grupos térmicos de carbón funcionando en España, que son el grupo dos de Aboño y el grupo tres de Soto de Ribera en Asturias y la central gaditana de Los Barrios.

Los carbones que los operadores internacionales están manejando en El Musel ante el veto de la UE al extraído en minas de Rusia, son tanto minerales para su uso en centrales térmicas como los carbones de uso siderúrgico.

Además de los envíos que estos grandes operadores están haciendo desde septiembre a otros países del norte de Europa, el pasado mes de agosto también se produjo el envío de un cargamento de carbón a una central térmica de Marruecos. Se trata del único cargamento enviado fuera de Europa.

El mayor embarque realizado hasta la fecha fueron las algo más de 116.000 toneladas que se cargaron a mediados de octubre en el Muelle Norte en el buque "Rixta Oldendorff", con destino final en el puerto finlandés de Pori.

Telf impugna el convenio de acreedores de NMR

El puerto de El Musel acopia carbón de otro operador internacional, pero no por voluntad del mismo. Se trata de las 160.000 toneladas importadas desde Kazajistán en octubre de 2020 y cuya devolución reclamó Telf a Natural Mining Resources 1926 (NMR) por impago. Un laudo de la Corte Internacional de Arbitraje de Londres falló a finales del año pasado a favor de este operador con sede en Suiza. Ahora Telf ha impugnado el convenio que permitirá a NMR levantar el concurso de acreedores en el que se encuentra, entre otras cosas entre el listado de bienes de NMR figuran esas 160.000 toneladas de carbón en base al laudo arbitral son de Telf.

Las 160.000 toneladas de carbón que permanece depositado en instalaciones de Ebhisa eran el principal activo de la compañía en concurso de acreedores, que al presentar su solicitud de entrar en concurso dio por incobrables unos 50 millones de euros que le adeudan clientes extranjeros, empresas presuntamente relacionadas con alguno de los socios de NMR.