El carbón de San Lorenzo, asunto prioritario

 

La Nueva España

12·12·20 | 05:47 | Actualizado a las 06:33

 

Operarios de Emulsa retiran carbón de la playa de San Lorenzo.

Las contundentes conclusiones del informe elaborado por el Instituto Nacional del Carbono (Incar) a instancias del Ayuntamiento de Gijón, adelantadas esta semana por LA NUEVA ESPAÑA y que apuntan a El Musel y a las zonas industriales del oeste del concejo donde se mueve mineral como el principal origen de las grandes manchas negras que ensucian regularmente la playa de San Lorenzo, obligan a las diferentes administraciones a tomar cartas en el asunto. Atrás queda la etapa de los interminables debates locales, algunos en torno a extravagantes y repetidos argumentos, y la inacción política, apoyada en que se estaba a la espera de una respuesta científica. El dictamen de los especialistas ya se encuentra sobre la mesa tras un largo período de análisis e invita a una respuesta a la ciudadanía. Aunque la solución a este problema medioambiental no se antoja sencilla, ni el silencio ni los brazos cruzados serán, a partir de ahora, una actitud comprensible.

El extenso y detallado documento del Incar, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, fue encargado por el Ayuntamiento al principio del mandato de Ana González para conocer la procedencia del mineral, meses después de que el propio organismo comenzara a realizar tomas por su cuenta ante la constante aparición de manchas en el principal arenal de la ciudad, que generan un gran malestar ciudadano. Sus resultados giran en torno a tres puntos fundamentales, después de un análisis pormenorizado del tipo de carbón. En primer lugar, queda rotundamente descartado que el “Castillo de Salas”, el buque hundido en 1986 frente al Cerro Santa Catalina con 92.277 toneladas a bordo, sea el origen principal de esas manchas (más bien constituye una parte marginal). Además, se determina que el material recogido en San Lorenzo se corresponde con el almacenado en el puerto y en zonas próximas. Y, por último, queda excluida la posibilidad de que proceda de descargas o limpiezas de barcos en altamar porque otras playas próximas, como Xivares, no sufren este fenómeno.

Estas conclusiones dejan claro, por todo ello, que se está produciendo un trasvase del carbón almacenado en la zona oeste al mar a través del aire, generando una problemática doble: contaminación atmosférica con evidentes perjuicios y suciedad en San Lorenzo, joya natural y turística por excelencia de Gijón. El Principado, el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria ya tienen la base sobre la que trabajar para detener este proceso, sin prisa, pero sin pausa. Dejar que pase el tiempo no es una opción.

COMENTARIOS DE AEMC

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