El 'nuevo' barco de Felipe VI para la Copa del Rey es de 'segunda mano'

El Mundo 11-06-2015

 

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  • El Rey recupera un velero de 1996 en lugar de construir otro para participar en las regatas

  • Pertenece a la Armada y demuestra la concienciación de la corona con la crisis

  • La embarcación tiene 15 metros de eslora, se llama 'Aifos' y ha sido puesta al día

  • El coste final no ha trascendido aunque supone un ahorro a construir uno nuevo

Dos operarios trabajando ayer sobre la cubierta del Aifos junto a la...

Dos operarios trabajando ayer sobre la cubierta del Aifos junto a la base naval de Porto Pi, en Palma. C. FORTEZA

HUGO SÁENZ Palma

Actualizado:12/06/2015 11:35 horas

 

 

"Una Monarquía renovada para un tiempo nuevo", y "el respeto de todos los españoles". Estos fueron dos de los objetivos capitales que el Rey Felipe VI prometió cumplir ante la nación hace justo un año, con motivo de su proclamación como nuevo monarca tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I. Y aunque todavía es pronto para valorar su reinado, lo que sí que se puede decir es que ha puesto todo su empeño en lograrlo, pese a que no lo ha tenido nada fácil, ya que a lo largo de este último año, en el que la crisis ha seguido golpeando con fuerza, el Rey ha tenido que hacer frente a episodios muy desagradables, como la monumental pitada al himno nacional durante la final de la Copa del Rey de fútbol del mes pasado.

Pero no todo han sido sinsabores. Felipe VI ha ofrecido detalles que dejan bien a las claras las líneas maestras por las que se regirá su andadura real. Para empezar, ha sabido adaptar su acceso al trono a la situación económica del país, muy maltrecha tras más de cinco años de profunda crisis económica. Y para muestra un botón. El monarca participará en la próxima edición de la Copa del Rey de Vela de Palma de este verano a bordo de un velero de casi 15 metros de eslora que fue botado por primera vez en 1996.

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La Armada asegura que 'es acorde a los tiempos que corren, de perfil presupuestario bajo'

Lejos de cualquier atisbo de ostentación o derroche, y mucho más acorde con los tiempos de control presupuestario que corren, Felipe VI ha optado por una embarcación de casi 20 años de antigüedad en lugar de una de nueva construcción, lo que en círculos náuticos de Baleares se interpreta como un gesto de austeridad por parte de la corona. De esta forma, el Rey ha buscado la forma de seguir practicando su pasión por la vela de una manera sostenible recuperando un barco de 1996 en lugar de construyendo uno nuevo, con el coste adicional que ello supondría.

Según ha podido saber EL MUNDO / EL Día de Baleares, el monarca estrenará el barco, que ha sido puesto al día y optimizado para competir en las regatas del circuito nacional, este mismo verano. Su denominación, tal y como viene siendo habitual en las embarcaciones que capitanea en este tipo de competiciones, será Aifos (el nombre de su madre, Sofía, al revés), el modelo es un Corel 45 y actualmente se encuentra amarrado en la base naval de Porto Pi, en Palma, preparado para la regata en la que participará este fin de semana en Llucmajor.

Se da la circunstancia de que este velero fue el barco con el que Felipe VI -entonces como príncipe- compitió por primera vez en Grecia, en el mundial de la clase Corel 45, allá por 1997, un año después de la botadura. En aquel entonces, viajar al país de su madre, la reina Doña Sofía, fue una experiencia muy intensa para él, circunstancia que ha influido notablemente a la hora de tomar la decisión de recuperar la embarcación para los torneos de la próxima temporada estival.

El barco se encuentra ahora amarrado en la base naval de Porto Pi, en Palma

Así, de cara a la nueva temporada y para que pueda ser utilizado por el monarca, se le han hecho las oportunas modificaciones, que han estado supervisadas por el diseñador naval Bruce Farr. Todo ello, apuntan fuentes del sector náutico, con el objetivo de optimizarlo para una fórmula de compensación (corrección de tiempos para barcos) llamada ORC. O lo que es lo mismo, para ahorrar el máximo dinero posible ya que la clase ORC es la más popular de la Copa del Rey y en la que compiten los barcos de menor presupuesto, con tripulaciones semiprofesionales o totalmente amateurs.

El nuevo Aifos es propiedad de la Armada y desde 2001, año en el que fue trasladado a la localidad gallega de Marín, ha seguido navegando, aunque eso sí, con marineros no tan ilustres como Felipe VI.

Durante todo este tiempo lo ha hecho con alumnos de la Escuela Naval Militar y bajo el nombre de ETEA, algo que cambiará muy pronto. Así, la idea es que el barco, en representación de la Armada (y no de una empresa privada) compita en el mundial de ORC de Barcelona, en la Copa de la Reina de Valencia y en la Copa del Rey de Palma. De hecho, en la web oficial de esta última competición ya aparece inscrito, tal y como pudo comprobar ayer este diario.

En ambientes náuticos de primer nivel y en la propia Armada la decisión real está siendo muy aplaudida ya que "el proyecto es acorde a los tiempos que corren, de perfil presupuestario bajo", tal y como asegura una de las fuentes consultadas, que añade que "el Aifos es un barco antiguo restaurado, con espíritu joven y ganas de pelear", por lo que el Rey dispondrá de una embarcación totalmente preparada para la competición.

Felipe VI el año pasado tras concluir la Copa del Rey junto a su tripulación. EFE

Cuestiones técnicas

Se da la circunstancia de que este Aifos pertenece a la saga de embarcaciones Corel 45, que nació para competir como monotipos, es decir, como barcos idénticos y en tiempo real. De hecho, a finales de los años 90 hubo en Barcelona un circuito de Corel 45 llamado Winter Series, en el que participaba asiduamente el Aifos. Más tarde, hacia el año 2000, Portals Nous acogió otro mundial de esta categoría, mientras el resto de regatas de aquella época, como la Copa del Rey, se corría bajo la fórmula de compensación IMS.

Así, en el proceso de optimización del nuevo Aifos, cuyo coste final no ha trascendido, se le han hecho pequeñas modificaciones para que pueda competir con otros barcos distintos y Felipe VI pueda seguir practicando uno de sus deportes favoritos como cada año. Y es que, tal y como apuntan diversas fuentes del sector, en las regatas no gana necesariamente siempre quien llega primero, de ahí que se le haya aplicado al barco una serie de correcciones en función de valores como la eslora, el peso o la manga.

Twitter: @hugocala

Una repercusión de más de 35 millones

La Copa del Rey de Vela que se celebra cada verano en aguas de la bahía de Palma sigue suponiendo un auténtico espaldarazo turístico y económico para las Islas. Durante seis jornadas, más de 120 equipos de 22 países diferentes compiten por triunfar en la regata más conocida del verano y, mientras tanto, Mallorca copa portadas de diarios, tanto online como en versión impresa, informativos de televisión y cuñas de radio. Una semana en la que el foco informativo se coloca sobre la isla y su trascendencia se multiplica. Y, por si fuera poco, el año pasado la regata contó por primera vez con la presencia de Felipe VI ya como Rey de España, lo que disparó la repercusión económica de la competición. En concreto, se pasó de los 18 millones de euros que se registraron en 2013 a los 35 millones contabilizados este año, según pone de relieve un informe elaborado por la consultora MarkCom Works. Un estudio que analiza el impacto que tuvieron en los medios de comunicación (en cualquier soporte) las noticias relativas a la competición. La empresa que lo preparó tuvo en cuenta tanto la cobertura, el espacio y el tiempo dedicados a la regata como su retorno económico, que en aquella edición se situó en los citados 35 millones de euros. Y eso ciñendo el trabajo a un ámbito nacional, sin tener en cuenta la cobertura internacional. Según revela el informe, durante el periodo analizado se recogieron un total de 3.860 informaciones sobre la presencia de la Copa del Rey en los medios, con una audiencia potencial acumulada de más de 400 millones de personas, un rendimiento que deja bien a las claras la importancia que tienen este tipo de eventos para el prestigio tanto de Palma como ciudad organizadora, como de Mallorca y Baleares como destino turístico de primer orden. Además, Palma tiene todo a favor para que se siga celebrando ya que el rey Felipe VI está comprometido a seguir apoyando su celebración al igual que ha venido haciendo en ediciones precedentes, como confirma el hecho de su nueva embarcación. Algo que de producirse supondría de nuevo un espaldarazo para la economía local. No hay que olvidar que muchos de estos participantes llegan a Palma acompañados de familiares, lo que llena los hoteles y restaurantes de la ciudad. Y su gasto es muy superior al que pueda realizar un turista normal, de ahí la importancia del apoyo real a la regata.