Militarización de servicios civiles: IHM

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Franco sigue en el Valle de los Caídos. La Marina Civil administrativamente giarizada y arrinconada.  Sin un triste Museo de la Marina Civil. El militarismo náutico sigue dominando. Su Majestad no ha tenido ni un solo gesto hacia la Marina Civil, no existe. Quién lo diría, pero esa es la realidad. El Ministerio de Agricultura, sigue militarizando barcos civiles. El Palacio de San Telmo de Sevilla, oculta su señas identidad como Escuela de Marina Civil. Álvaro de Bazán que jamás perteneció a la Armada Española, sigue siendo un símbolo de una historia ficticia. Nacen museos navales por doquier, y en todos ellos se cuenta una historia falseada de la Marina Civil. La España de Tatachundi Lerchundi sigue ahí, como antes, como siempre. La España del inmenso trigal, la que fracasó gloriosamente en la mar, la que navega sobre la moqueta, sigue presente.  (AEMC)

 

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El director del IHM, durante la entrevista. - ANTONIO VÁZQUEZ

COMANDANTE DIRECTOR DEL INSTITUTO HIDROGRÁFICO

«El personal del Hidrográfico será cada vez más civil y menos militar»

 

 

 

 

 

El capitán de navío Daniel González-Aller es el comandante del Instituto Hidrográfico de la Marina, encargado de velar por la seguridad de la navegación

VERÓNICA SÁNCHEZ

@VeronicaSanMor

Cádiz

Actualizado:

12/11/2018 18:57h

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75 años desde «el acierto» de traer el Instituto Hidrográfico a Cádiz

Toda la vida dedicado a la hidrografía. El capitán de navío José Daniel González-Aller Lacalle, comandante del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) desde el pasado mes de junio, lleva desde 1991, cuando se incorporó al buque hidrográfico ‘Antares’, desarrollando su carrera profesional en este tan fundamental como desconocido cometido de la Armada. Entre medias, dos parones, uno de 2014 a 2016, cuando fue segundo comandante del buque de asalto anfibio ‘Galicia’, y otro justo antes de su actual cargo, al que llegó desde la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada, donde dirigía la sección de plataformas navales. Ha sido jefe de la campaña hidrográfica en la Antártida en dos ocasiones y también de la campaña ‘Pecios Cádiz 2010’. Ahora, al frente del Hidrográfico, que celebra el 75 aniversario de su llegada a Cádiz, siente la «responsabilidad» de comandar una institución centenaria y el «orgullo» de «rematar» su carrera profesional en su pasión, la hidrografía.

 

A. VÁZQUEZ

¿Cree que su experiencia es un plus a la hora de dirigir el Instituto Hidrográfico de la Marina?

 

La experiencia aquí, como en todo, es un plus. Dentro de la Armada nos especializamos, hay oficiales y nosotros nos dedicamos a la cartografía náutica que es un aspecto muy técnico, un cometido de Estado. La técnica y la experiencia que uno va ganando a lo largo de los años trabajando en los procesos que se materializan en una carta que utilizan todos los navegantes, pesa. Pesa en las decisiones, en la visión que tienes de un centro como éste, pero siempre siendo muy consciente de que las nuevas generaciones son la base técnica, perfectamente preparada, y que hay que hacer caso a sus consejos y recomendaciones.

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¿Ha cambiado mucho la hidrografía desde que usted empezó hasta ahora?

La digitalización en los procesos ha hecho que hayan evolucionado mucho todos los aspectos de las vidas profesionales de los que trabajamos con recursos tecnológicos. Sin duda, eso nos ha permitido tener un mejor conocimiento del fondo marino. Además, los medios tecnológicos nos han permitido trabajar con herramientas más exactas, más precisas y con gran cantidad de datos.

Poca gente sabe que las cartas náuticas, tanto civiles como militares se elaboran aquí, en pleno centro de Cádiz. ¿Cómo es este proceso?

El Instituto Hidrográfico de la Marina es un organismo de Estado que, aunque está enmarcado dentro del Ministerio de Defensa, sirve a todos los navegantes: marinos de guerra, mercantes, de recreo, pesqueros, científicos... todos navegan con una carta náutica que tiene que estar certificada y elaborada con unos requisitos que nos marca la Organización Hidrográfica Internacional.

Con esa misión de elaborar la cartografía náutica universal con la que van a navegar todas las marinas que lo hagan por nuestras aguas, pues ya es cuestión de organizarse para ir cumpliendo esos pasos, esos requisitos. Tenemos que adquirir los datos, procesarlos, tratarlos después, validarlos (dar fe de que es cierto porque está validado con unos conocimientos y un personal capacitado para hacerlo) y, a continuación, ese dato ya válido lo trasladamos a una carta náutica donde se ve representado junto con la costa. Carta náutica que es la herramienta para navegar lo más seguros posible y que hacemos tanto en papel como en digital.

 

Este proceso desde que se obtienen los datos hasta que la carta náutica está a disposición de los ciudadanos dura, dependiendo de las prioridades que se vayan estableciendo y de las características de la zona que se mide, entre dos meses y un año.

¿Cómo se dividen los trabajos aquí?

Estamos divididos como cualquier centro de producción. Lo primero que necesitas es alguien que planifique a dónde hay que ir y con qué medios a recoger los datos, que sería la sección de hidrografía. Después, otros procesan esos datos, los validan y se los dan a la sección de cartografía, que es la que coge esos datos, los une a las ortofotos (fotografías aérea que permiten unir mar y tierra) y ya va produciendo y ensamblando todos esos datos para hacer la carta. Entonces tendríamos el producto en digital. También hay unos talleres donde hay que mandarlo a imprimir. Posteriormente viene un aspecto fundamental, que tiene que llegar al navegante, y también es nuestro cometido hacer que, si alguien ha demandado una en concreto, le llegue en tiempo y forma para la navegación. A través de nuestros puntos de venta y de agentes especializados, se distribuyen esas cartas.

¿Con cuantas personas cuenta el IHM actualmente? ¿De qué medios materiales disponen?

Somos unos 190, aproximadamente mitad civiles y mitad militares. Los militares somos los encargados de dirigir esas secciones y el propio Instituto.Estudiamos las especialidades de hidrografía dentro de la Armada que nos permiten alcanzar ese plus técnico de poder ir a la mar y procesar los datos, pero el soporte civil es fundamental. Es más, en el futuro creo que se debería ir transformando en más civiles y menos militares porque los civiles son los que dan esa continuidad. Nosotros cada tres años cambiamos de destino y el personal civil, en todos los aspectos, desde administrativos, técnicos de talleres, delineantes, topógrafos, cartógrafos, gente de Ciencias del Mar, trabajan aquí, se especializan en esa tarea tan técnica y le dan continuidad a la entrada y salida de los marinos.

Respecto a los medios materiales, tenemos los buques hidrográficos ‘Antares’, ‘Tofiño’ y ‘Malaspina’, que están en su último tercio de vida. Son de los años ‘70 y estamos en proceso de definición de necesidad de esa renovación. En ese sentido, aunque las plataformas son antiguas pero robustas, los equipos, sensores y el material que llevan dentro para realizar nuestro trabajo son punteros.

 

El proceso de realización de una carta náutica puede durar desde dos meses hasta un año

Un mes al año también se pone a disposición del IHM el Buque de Investigación Oceanográfica ‘Hespérides’.

Dentro del convenio que hay entre Defensa y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para su empleo hay un mes que marinos hidrógrafos y otros organismos, como el Instituto Español de Oceanografía o la Universidad de Cádiz (UCA), nos vamos a la mar a hacer el Plan Nacional de Investigación de la Zona Económica Exclusiva (que llega hasta las 200 millas). Recogemos datos del fondo marino, como el tipo o la columna de agua, para el Estado español, bien para posible explotación de recursos o de conocimiento para la ciencia.

También vamos a la Antártida un equipo del Instituto a la Campaña Antártica. Colaboramos en el ámbito de la cartografía ya que España es responsable de las cartas náuticas del acceso a isla Decepción e isla Livingston, donde tiene bases.

A.VÁZQUEZ

¿Están observando en los últimos años alteraciones en el mar que nos deban poner sobre alerta?

No somos el centro científico que puede dar ese punto de vista (hay mucha controversia en este aspecto). Pero los científicos con los que hemos trabajado no nos han trasladado ninguna alarma

«Los científicos con los que trabajamos no han observado en el mar ninguna señal de alarma»

Además, dentro de las instalaciones del Instituto se ubica la Escuela de Hidrografía.

Los que trabajamos en la producción de cartografía oficial tenemos que hacerlo todo con respecto a unos procedimientos. Principalmente, lo que nos enseñan en la Escuela de Hidrografía ‘Alejandro Malaspina’ es cuáles son esos requisitos, los procedimientos de trabajo, la tecnología que deben emplear... Y la organización internacional es la que nos certifica. Una vez hechos los estudios de la especialidad de hidrografía para oficiales y suboficiales, que duran un año, debemos realizar otros dos de trabajos en los que se pongan en práctica esos conocimientos para tener el título que es habilitante, te permite trabajar en la cartografía oficial y que la firmes. Por el momento, en España el único lugar donde puedes estudiar ese título habilitante es en la Escuela de Hidrografía y está diseñado solo para militares. Pero nosotros, junto con la Armada y la UCA, estamos trabajando para abrir la posibilidad a que lo puedan estudiar civiles.

El IHM y la UCA están fuertemente vinculados y trabajan e investigan juntos en muchas ocasiones

¿Qué prioridades se marca durante los tres años que estará al frente del IHM?

Ganar eficiencia manteniendo la calidad, con un escenario de personas (las que trabajan aquí) que se sientan valoradas, capacitadas y comprometidas, proyectándonos siempre hacia el futuro y siendo ambiciosos.