Pedro Menéndez fue "el mejor marino del país", asegura el historiador Román Antonio Álvarez

 

 

 

 

La Nueva España

"Es falso que el Adelantado viajase con la intención de hacerse rico; sabemos que murió sin un duro", indica el experto

Sandra F. Lombardía 21.02.2018 | 11:48

Por la izquierda, Luis Rodríguez, Román Antonio Álvarez, Luis Antonio García Martínez y Luis García. M. VILLAMUZA

 

A los nueve años, Pedro Menéndez de Avilés, conquistador de la Florida, se escapó de casa y apareció, días después, en Valladolid. Desde ese día dejó clara su intención de recorrerse el mundo. Con este tipo de anécdotas se ganó ayer el historiador Román Antonio Álvarez la atención del público que abarrotó la sala de conferencias de la Casa de Cultura, en una charla organizada por el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés. La intención de esta ponencia, según el experto -al que acompañaron el profesor de Marina Civil Luis Antonio García Martínez y el presidente del patronato de la Escuela de Artes y Oficios, Luis Rodríguez-, fue "dignificar" la historia del Adelantado. "Pedro Menéndez fue, ante todo, un marino. El mejor de su época y de los mejores de toda la historia. Murió sin un duro y se entregó a la Corona", aseguró.

Esta necesidad de aclarar la trayectoria del célebre navegante se debe, según Álvarez, a que la historia moderna estadounidense suele decantarse por dos teorías "descabelladas" sobre el Adelantado. "Muchos dicen que fue un mercantilista, que viajaba a América para hacerse rico. Eso es absurdo. Sabemos que Pedro Menéndez murió sin un duro y que empeñó todas sus ganancias para seguir viajando", explicó. "La otra versión es que lo enviaron a América con la misión de buscar una ruta por tierra que uniese México con Florida. Una cosa igual de loca teniendo en cuenta la hostilidad de la orografía en esa época. Pero es que además a Menéndez no le gustaba andar a pie; su pasión era navegar", añadió. Por ello, el experto manifestó ayer que el aventurero debería pasar a la historia por su verdadera profesión: marino. "Hizo más cosas, por su puesto, pero su fama se la labró en el mar. Fue el mejor marino de España en el siglo XVI y uno de los mejores de toda la historia", sentenció Álvarez.

Otro argumento que suele emplearse para tachar el expediente de Menéndez es su historial bélico. "Claro que pasó por el cuchillo a prisioneros franceses, que por otra parte fue lo mismo que se les hizo a los hugonotes en la Noche de San Bartolomé. No podemos juzgar con los ojos de hoy lo que pasó ayer", aclaró. Los ojos de ayer vieron las guerras religiosas más cruentas de la historia cristiana, que comenzaron en 1521, según Álvarez, con la Dieta de Worms, en cuya asamblea Lutero abrió las puertas del protestantismo. "Pedro Menéndez tenía, de aquellas, solo dos años. Se crió en ese ambiente de violencia", justificó el ponente.

El marino empezó a viajar por órdenes de la realeza -sus anteriores hazañas llamaron la atención de la Corona- en 1548. Poco a poco, se fue ganando la confianza de las altas esferas -escoltó al príncipe Felipe en su boda y al rey Carlos II en su abdicación- hasta que, en 1565, con 46 años, recibió su misión definitiva: colonizar La Florida que sus cuatro antecesores no pudieron dominar. "Salió el 29 de junio desde Cádiz. El 8 de septiembre, su flota puso pie en tierra firme y, esta vez, nadie pudo echarles. Llegó con 995 acompañantes, en su mayoría soldados, clérigos y trabajadores, para que a su llegada pudiesen asentarse en la zona", explicó. "Gracias a este avilesino se fundó lo que es a día de hoy la ciudad más antigua de todo Estados Unidos", sentenció.