Las inspecciones de pesqueros por parte del ISM y otras administraciones responsables

  • Print

Se informa en algunos medios que en 2017 se llevarán a cabo una serie de visitas a los buques pesqueros mayores de 8 m. con el fin de mejorar las condiciones de vida y trabajo a bordo de los mismos. 

 

Hace más de dos décadas que AEMC viene denunciando las condiciones de inhumanas en las que navegan muchos pesqueros españoles. Algunos presentan importantes fallos de diseño que afectan tanto a la estabilidad del buque como a sus condiciones de habitabilidad. Los astilleros en los que se construyen y reparan este tipo de barcos tienen graves responsabilidades en este asunto. Otros han sido sometidos modificaciones y reformas que entrañan diversos peligros de operación y seguridad. Los hay que son gestionados por sus armadores o patrones con una notable falta de respeto hacia la dotación de la que ellos mismos en muchas ocasiones forman  parte. Capítulo aparte merecen la alimentación, concepto que incluye tanto la compra de los productos alimenticios como sus condiciones de conservación,  y por supuesto el modo de cocinarlos o prepararlos. Las ropas de trabajo atentan en demasiadas ocasiones contra la dignidad de las personas y la higiene personal. Ni casco ni harneses, ni guantes adecuados, ni gafas.

Son demasiados los problemas que se han hecho crónicos y forman parte de la cultura del sector. Y ese es el meollo de la cuestión. El mayor obstáculo para cambiar ese estado de cosas no solo está en los barcos, en los muelles y en los pañoles del puerto, sino en la mente de quienes los diseñan, los construyen, los reparan, los gobiernan y, los tripulan, los inspeccionan, los despachan  y los gestionan.

El grave error de fondo es el suponer que cualquier  ingeniero naval o cualquier licenciado de la marina civil, o cualquier inspector de trabajo está en condiciones de diseñar un pesquero o inspeccionarlo de forma eficiente sin estar realmente familiarizado con las faenas y la vida a bordo de este tipo de barcos. Todos los cursos de seguridad se dirigen hacia el “pescador” no hacia quienes imponen sus credos en la pesca y determinan los vectores operativos de los buques pesqueros. Y ese es un error mayúsculo, porque el problema viene de arriba hacia abajo y no al contrario. Por lo que bien está que se realicen inspecciones como las anunciadas, pero de poco servirán si no hay voluntad de arrostrar el problema de fondo. Y no arrostrar esa realidad supone aceptar que el sector pesquero sea el de mayores índices de siniestralidad de todos los sectores prodctivos. Quienes piensan que la mejor forma de rentabilizar al sector pesquero es mantener su actual estatus, es evidente que se equivocan. Los resultados no dejan mucho margen para las dudas.

La política es el arte de gestionar las diferencias, para que la sociedad mejore en su conjunto, no el arte de distraer y engañar con noticias como estas. 

 

Lo publicado,

Galicia es la segunda comunidad en la que se inspeccionarán más pesqueros este año

La noticia en algunos medios.

Habrá 47 controles en territorio gallego, 23 de ellos en arrastreros - En 2015, Arousa y A Mariña lucense fueron las zonas donde las autoridades registraron menos incidencias

Redacción | A Coruña 08.08.2016 | 01:25

La OPinión de A Coruña 

Personal de Gardacostas solicita la documentación de un barco en una ría gallega. 

El Plan de inspecciones a buques de pesca (Segumar), que realiza personal del Instituto Social de la Marina junto a funcionarios de los Ministerios de Empleo y Fomento, programó para este año 217 controles en puerto, mar y bocana a barcos pesqueros españoles de más de ocho metros de eslora, un 40% más de las 155 realizadas en 2015. 47 de ellas serán en Galicia, por lo que la comunidad gallega se convertirá en una de las más supervisadas por las autoridades junto a Andalucía, que tiene asignadas hasta 65 inspecciones en sus puertos.

Estos controles arrancaron en el año 2007 y tienen como objetivo mejorar las condiciones de seguridad de la flota. El Gobierno asegura que en estos nueve años apreció un "cambio de conducta", tanto por parte de los armadores como de los propios trabajadores, en este sentido. "Los accidentes no son algo innato a la actividad marítimo-pesquera sino que la siniestralidad puede evitarse y prevenirse", publicaba recientemente la revista Mar del Ministerio de Empleo en su balance anual de este plan.

Tras Andalucía y Galicia, las comunidades autónomas con más controles serán Valencia, donde se realizarán 30, y Cataluña, con 27. Solo estas cuatro comunidades acumulan 169 de las 217 inspecciones totales. Cádiz es la provincia que tiene asignados más controles, mientras las de las islas Canarias quedan a la cola.

Casi el 50% de estas inspecciones -108- se realizarán a embarcaciones de arrastre. Por ejemplo, en Galicia se prevén 23 a este tipo de barcos, la mitad de las totales.

"Este tipo de intervenciones se trata de añadir acciones de formativas para que los accidentes se reduzcan lo máximo posible", señala además el Ministerio de Empleo.

La campaña de seguridad de Segumar efectuó en 2015 un total de 155 inspecciones -de las 160 programadas inicialmente- a diferentes embarcaciones de toda la flota española, 57 menos de las que están planeadas en 2016.

Los funcionarios constataron el año pasado que el 65% de las embarcaciones inspeccionadas cumplían con la normativa vigente. El Gobierno indica que A Mariña lucense y Vilagarcía de Arousa fueron las zonas en las que menos deficiencias se encontraron, con poco más del 4%.

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social descubrió la mayor parte de las incidencias (17%), seguida del Instituto Social de la Marina (8,35%) y de la Dirección General de la Marina Mercante (6,84%). La mayoría de las faltas se encontraron en los puertos (107), seguidas de las detectadas en la bocana (28) y en el mar (20).

Las principales causas de las infracciones están relacionadas con las condiciones higiénico-sanitarias de los pesqueros, el estado de las instalaciones, la zona de cuidados médicos o la formación sanitaria de los propios trabajadores. También se descubrieron algunos problemas con la validez de los certificados y documentos de navegabilidad de los barcos.